Capítulo veintiuno

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Volvió a hacer lo mismo que hizo con las otras heridas, puso dos gasas estériles y vendo mi cabeza, con mucho cuidado para no lastimarme. El Jimin de ahora me agradaba, me gustaba, me hacía sentir muy cómodo y no quería que desapareciera para volver a ser el de siempre, aquella persona que me causa odio y miedo al mismo tiempo. Observé cómo hacia muecas de preocupación al vendarme la cabeza, cómo miraba detalladamente el lugar que vendaba, cómo se preocupaba de no apretarla con tanta fuerza. Observé como sus ojos se agrandaron cuando me queje porque me paso a llevar la mano y enseguida se disculpó. Mi atención estaba tan concentrada en observar su rostro, que no noté cuando terminó de vendar, sólo cuando nuestras miradas se cruzaron fue cuando me di cuenta de todo, esta vez no le desvíe la mirada, esta vez se la sostuve hasta que ya no lo soportó y me besó. Sus labios fueron tan o más delicados que sus manos al tocar mi abdomen, se movían de forma lenta, tomando mi rostro con ambas manos, uniendo aún más sus labios a los míos, esperando una respuesta por mi parte, pero... ¿Qué debía hacer? Esto estaba mal o eso era lo que yo quería pensar, creer y sentir, pero la realidad era diferente, muy diferente. Mis labios no tardaron en ceder y responder con un movimiento, abriéndose un poco para invitar a su lengua, la cual tardó un poco, pero llegó, entró y arrasó con todo en su interior, unió su lengua a la mía y la invitó a moverse a su compás, a su ritmo, enseñándome a moverla con desenfreno y a disfrutar del juego, de la saliva, del desastre que se armó entre ambas. Sucio, ahora era un beso sucio y morboso, pero lo disfrutaba y quería un poco más. Park Jimin me comenzaba a volver loco o quizás, ya lo estaba mucho antes de conocerlo.

—Bien —escuchamos y nos separamos, el jefe se giró y pude ver de quien se trataba—. Pensé que quizás Jimin no estaría haciendo un buen trabajo, pero al parecer va bien, demasiado bien diría yo.

—Vete, TaeHyung—le dijo el jefe, pero este sólo le soltó una risita burlona.

—Así que ahora te van los chicos, y yo que creí que lo de Yoongi sólo era para que soltaras tu estrés —sentí como su mano izquierda tembló sobre mi mejilla al escuchar aquello—. Te aburriste del culo de tu mulo y ahora vas a por el del pobre JungKook, a quien violaste dos veces —esta vez dirigió su mirada a mí—. ¿Y tú te dejas besar por éste? Estás bien jodido, JungKook, quizás hasta más jodido que Jimin.

—¡Cállate! —le gritó el jefe separándose completamente de mí, caminando hacia TaeHyung, quien retrocedió por el susto—. Vete a la mierda. Aléjate de nosotros ahora mismo y no molestes, o te juro que lo del otro día no quedara en una advertencia.

—Quiero volver a mi celda —hablé bajándome de la camilla. El ambiente se había roto, esfumado, desaparecido y seguro no regresaría—. Quiero descansar.

—Jeon—Jimin regresó a mí, con una mirada afligida, desesperada.

—Sólo quiero descansar. Dormir —le sonreí—. En serio, fueron muchas cosas hoy, vi mucho... escuché mucho e hice muchas cosas, más de las que debía. Realmente necesito descansar.

—Está bien, vamos —me miró fijamente, no retrocedería y sería él mismo quien me dejaría en mi celda, de eso estaba seguro, aunque me negara a que me llevara, lo haría sin mi consentimiento.

—Vamos —volvió a pasar mi brazo por sus hombros. Dejamos a un asustado y arrepentido TaeHyung, solo en enfermería.


Jimin POV.


La frustración, el enojo, la preocupación, el nerviosismo, el miedo, la ira, el odio, Jeon...me estoy volviendo loco cada día, mis nervios me estaban matando, lo único que me tranquilizaba, un poco, era saber que la salud de Jeon iba mejorando. El doctor revisó las heridas de Jeon al día siguiente y me felicitó por mi desempeño. Me tranquilizó saber que había hecho lo correcto con sus heridas y que no la había cagado más. Ahora él solo tenía que cambiar sus vendas y mantener limpias sus heridas, cosa que estaba haciendo muy bien y eso era de lo que me preocupaba, pues iba a visitarlo a su celda para asegurarme de ello, me marchaba cuando me cercioraba de que lo hiciera. Sólo por eso podía quedarme tranquilo o al menos un momento, pero lograba estarlo, aunque sea parte del día, ya luego todo seguía siendo una mierda. No sé en que momento llegue a pensar que dentro de esta mierda puedo tener un momento tranquilo, aunque tal vez sí que lo sé y todo es gracias a ese chico.

Saga Jailed (JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora