S2: Capítulo uno

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Ho Seok POV.


Cuando decidí ser policía, incitado por mi padre y abuelo, ya que ambos son jubilados en esta profesión, no sabía que tendría que vivir las veinticuatro horas del día en ello. No tengo vida propia, no tengo amigos, excepto por mi compañero, quien se desvive por su trabajo. Me gusta, pero en ocasiones quisiera unas largas vacaciones, como mínimo dos años y máximo diez, si, lo sé, pido mucho. Pero esto realmente cabrea, más cuando ciertas cosas no funcionan como deberían de funcionar.

Nuestro capitán, el señor Kang, se la pasa de reunión en reunión con el capital de la policía de Seúl, quien suele viajar mucho a Busan para conversar con mi jefe. El funcionamiento de las calles en Seúl anda ajetreado, cosa que no es normal, ya que en ese lugar es donde menos se ve la delincuencia por el simple hecho de tener una gran cantidad de policías y militares, aunque no se podría decir lo mismo de Busan. Según se comentó en una asamblea que se llevó acabo hace tres días atrás, una organización, la cual hemos estado investigado hace más de diez años, está comenzando a cometer errores, algo que no solía ocurrir en nuestro enemigo número uno, el mayor Kim.

El mayor Kim es el tirano más sucio, despiadado, frívolo, dictador y el que tiene una gran cantidad de gente trabajando para él, su negocio con el tráfico de drogas nos mantiene ocupados día y noche. La venta de la falopa incrementó un diez por ciento este año, ya no sólo adultos la consumen, sino que ahora están vendiendo en las secundarias y universidades. Esta semana tuvimos que arrestar a tres menores de edad por vender en una esquina, que ahora es vigilada por colegas del cuartel, pero estos fueron dejados en libertad por lo mismo, menores de edad. Hace más de tres años nos llegó la información que hay una disputa por el negocio del mayor Kim, pero aún no logramos dar con el que sería el culpable de ciertos errores por parte de este señor. Tengo un informante que está de encubierto en la agrupación del mayor Kim, y sólo ha podido darme un apodo "el jefe", de esa manera se refieren a él cuándo lo nombran en discusiones y hasta hace poco, en una trampa para matarlo. No tengo nombre, ni dirección, ni apodos, ni nombres de familia o amigos, éste tal jefe es como si no existiera, pero existe y es temido, o al menos alguien que interfiere con los negocios del mayor Kim. Bueno, hasta hace unos meses no tenía nada, hasta ahora.

Bien sabemos de sus negocios, pero seguimos sin pruebas suficiente para encerrarlo tras las rejas y pedir cadena perpetua, como dije, tiene mucha gente bajo su mando, seguro y dentro de este cuartel tiene a más de alguno bajo su dominio o al menos debe de pagarle buena pasta para informarle de nuestros pasos, porque justo cuando estamos por encontrar esas pruebas para culparlo, ya no están.

— ¿Estás seguro de querer aceptar el siguiente paso, Ho Seok? —mi compañero se sentó a mi lado, en el sofá cama que compramos entre los del cuartel para darnos alguna siesta en el turno de noche—. Correrás mucho peligro, podrían bien dárselo a otro y no a ti.

—Venga, Seok Jin, no me salgas con que ahora te preocupas por mí —bromeé. Con Jin nos conocemos desde que éramos unos mocosos jugando al policía y al ladrón, siempre era el policía y él terminaba llorando como la nena que suele ser en ocasiones—. Estaré bien, además es nuestra última opción, necesitamos esa información.

—Sí, pero ¿y si es falsa? ¿y si te descubren y te matan en el intento? No tengo hermanos ¿sabes? Y tú eres lo más cercano a ello.

—Y tú para mí, y por ello acepté ir y no tú —me levanté del sofá cama y me acerqué a la cafetera para servirme un café, de paso uno para mi amigo—. Recemos para que esa información sea real y verdadera.

Hace unas semanas nos llegó un sobre con cierto contenido extraño dentro, bien podía ser verdad, bien podía ser una trampa, por lo que me dispuse averiguar. El contenido del sobre nos cayó como anillo al dedo, el tal jefe existe y se encuentra encarcelado en la prisión de Busan, quien está pagando por muchos delitos como; homicidios, porque si, eran varios, robo, tráfico de droga, un intento de homicidio, pero fue atrapado en el intento, entre una estafa, pero no dejaban de ser importantes para mí. Con un antecedente muy llamativo he indicado para ser el enemigo de nuestro Mayor Kim. Y si es su enemigo, bien podría ser el nuestro también, o quizás, si tengo mucha suerte, un gran aliado. Por esta razón acepté ser el nuevo policía encubierto que se infiltraría en la prisión de Busan y tratar de conseguir la mayor información posible, cualquier cosa, hasta el más mínimo detalle que me sirviera para poder por fin cerrar el caso del Mayor Kim, quien mi padre no puso resolver ni hacer pagar a ese desgraciado, porque no solo era algo profesional, sino que también personal. Mi madre y mi futura esposa murieron por su culpa, por ello mi entusiasmo e insistencia en este caso.

Saga Jailed (JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora