S2: Capítulo diecinueve

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No supe si besarlo, golpearlo, reclamarle por los cuatro días de infierno que me hizo pasar con su indiferencia, pero si, definitivamente si abrazarlo. Sólo lo miré y no pude evitar sonreír al escucharle decir que me ama.

Durante toda la noche, pude notar que al igual que yo, él no pudo dormir, pero ahora estaba cómodo, cálido y despreocupado entre mis brazos. Como un pequeño asustado, sintiéndose aliviado en los brazos correctos. Observé tanto como quise, sintiéndome satisfecho y completo de volver a estar tan cerca de él, de poder disfrutar de su cercanía, de volver a sentir su respiración contra mi rostro al dormir.

Seguro el tener que ver aquellas fotografías le ha afectado más de lo que él mismo pudo haberse imaginado alguna vez en su vida. Creo que voy entendiendo realmente la vida de Jimin, y el temor que siente de que me pueda perder. Yo perdí a mi padre y se siente un vacío enorme. Jimin perdió a los suyos y siguió viendo a personas morir, siendo quien acabó con algunas de esas vidas. Debe pensar que podría morir si me quedo a su lado, pero ¿Cómo podría alejarme si mi vida está tan aferrada a la de él? Tenía que hacer algo para quedarme de una vez por todas con él, definitivamente, sin poder tener la opción o la idea de volver a alejarme, algo que tal vez...termine con la vida de él y la mía.

Al despertar lo primero que vi fue su rostro, ahora algo más tranquilo que ayer, el cual me mostró un nuevo rostro de él, uno que me asustó y preocupó bastante. La noche anterior, mientras él dormía plácidamente lo observé, mientras sentía su aliento y respiración chocar con mi rostro, besé su frente y mejillas comprobando que era real y no un sueño. Si esto es estar enamorado, confieso que duele, tanto que podría morir. Ver un rostro tranquilo en Jimin es algo que sólo podría verse muy pocas veces, por lo que se debe de aprovechar tanto como se pueda. Desde que lo conozco sólo he visto las mismas expresiones y sentimientos en él; soledad, oscuridad, odio, venganza, locura y este último, fue algo que vi en su mirada ayer.

Me moví un poco para poder mirarlo mejor, disfrutando del rostro que tanto me gusta. Sólo que no tenía la intención de despertarlo.

—Lo siento, no te quise despertar —le hablé mientras él frotaba sus ojos, viéndose adorable—.

—Tranquilo, de todas formas, no puedo dormir mucho tiempo —se movió, apoyando su espalda en la pared de cemento, dejando espacio entre sus piernas—. Gracias por quedarte a dormir ¿has dormido bien?

—Sí, al menos mejor que noches anteriores —apoyé mis manos sobre la cama, en medio de sus piernas, acercándome a él—. ¿Has dormido bien? ¿estás mejor?

—Creo que si —desvió mi mirada, girando su rostro cuando intenté besarlo, haciéndome sentir una vez más, rechazado—. JungKook.

—Al menos soy de nuevo JungKook —bajé mis piernas, afirmándolas sobre el piso, aun sentado en la cama, dándole la espalda.

—Lo siento, es sólo que...

—Si quieres te dejo solo para descanses un poco más —y cuando me quise levantar, lo evitó, aferrándose a mi cintura, abrazándome por detrás—.

—No te vayas de nuevo, te necesito más que nunca —besó mi cuello—. Discúlpame por ser un idiota estos días, es sólo que creí que era lo mejor después de lo que ocurrió con Se Jong.

—Claro que no era lo mejor —giré, aun siendo abrazando por él—. Y aunque me gustaría estar un poco más enojado contigo, no puedo. Te extrañé mucho —me acerqué y esta vez no me rechazó. Sentir sus labios junto a los míos, a pesar de sólo haber estado cuatro días separados, fueron los suficientes para entender cuánto lo necesito y quiero en mi vida—.

Saga Jailed (JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora