Solangelo One - Shots ♡

Noviembre (p2)

- Will ¿Ocurre algo? – Me preguntó Nico la mañana siguiente, antes siquiera de que yo le explicara nada. Debía tener un aspecto terrible.

- No. Estoy bien.

Me miró expectante.

- ¿Qué ha pasado esta noche?

- Emm... parece... parece que me equivocaba en eso de que siempre ocurre en el mismo momento... porque, esto... anoche no saliste. – Me mordí los labios, esperando que se lo tragara.

- ¿Qué?

- Que no has salido – Dije un poco más firme.

Esta vez me miró con otros ojos. De otra manera.

- Will, me estás mintiendo ¿verdad?

- ¿Qué? No

- Sí, me estás mintiendo

- ¿Y se puede saber porque dices eso?

- Porque ayer hablé con Hazel. -Me puse tenso "Oh no" - A ella le está pasando lo mismo. Dice que todos los hijos de Hades son sonámbulos las cuatro noches de Noviembre. Después se pasa hasta el año siguiente. – Suspiró - ¿Por qué me mientes?

Pensé en una excusa rápida.

- Eh... porque... me dormí.

- ¿Qué te dormiste?

Sus ojos volvieron a brillar con desconfianza.

- Me sigues mintiendo.

No me atrevía a volver a mirarlo.

- Está bien, le pediré a Jason que me vigile este viernes. – Dijo con un tono seco, y un brote de ira – Ya no hace falta que te preocupes más.

Y me dejó allí plantado, en medio de la enfermería. Algunos me miraban con una ceja levantada. Intenté volver a centrarme en mis cosas, pero fue imposible. Acabé inyectándole a Cecil el somnífero que iba para Lou Ellen, solo porque no me fijé que venía para acompañarla. A ella le pareció divertidísimo. Yo tuve que arrastrarlo solito hasta la otra punta de la enfermería, donde estaban las camillas libres. Ja – ja, Lou, que gracioso.

Llegó al fin ese maldito viernes por la noche, y yo pretendía parecer tranquilo. Simplemente quería dejarlo pasar, que Jason se ocupara de levantarse a medianoche. Estúpidamente, y conociéndome, acabé en la cabaña 1 poco antes de la cena, pidiéndole al chico que ignorar a Nico, y que me dejara a mí ese cargo. 

Debía estar cansadísimo, porque me dio un abrazo para agradecérmelo, y se dejó caer en la cama. Ni siquiera fue a cenar.

Cuando llegué a las mesas, vi a Percy sentado con Nico. Tenía el mismo aspecto cansado que Grace.

- Se han batido en duelo varias veces hoy – Me había explicado Kayla, tras echarle el décimo vistazo – Han quedado empatados 27 a 27.

- No deberían pelear tanto y tan seguido. Es malo para el sistema locomotor y para el cerebro. Fuerza el aparato respiratorio más de lo que debería ser forzado, y baja el rendimiento de...

- Will.

- Vale, me callo.

Cuando llegué a la cabaña, dije que me iría a dormir pronto. Lo cual no era verdad. Me vestí a escondidas (con la ropa que no había recogido desde el viernes anterior), y esperé leyendo hasta que dieron las doce. Medianoche. Me puse mi carcaj a la espalda, mi espada (porque la daga la había olvidado en la mesilla de Kayla, y no me atrevía a cogerla sin despertarla), y mi rollo de vendas.