Solangelo One - Shots ♡

La boda de Hedge (p4)

Will lo arrastró hacia la fuente de chocolate y frutas. Nico hacia todo lo posible por no sonrojarse, al notar el contacto de su mano mientras lo guiaba. Nunca había tenido ningún problema con Solace, el que probablemente era, junto con Jason, su mejor amigo. Pero esa palabreja tenía que cambiar, y a poder ser, a una también con 5 letras, que empezaba por "n", y acababa por "ovio".

Lo soltó a un metro de la fuente. Will pinchó varias fresas en un palo y las bañó en chocolate fundido. Después se lo ofreció a Nico con una sonrisa... irresistible.

"Maldito y estúpido hijo de Apolo - Pensaba Nico - me va a hacer perder la cabeza"

Cogió el pincho de fruta, y les dio un mordisco a las fresas, mientras Will pinchaba mango en otro palo.

Nico adoraba las fresas. Le encantaban desde que los fresales del campamento se habían convertido en su escondite secreto con Will. Aunque él seguía diciendo que los mangos eran mejores. Y es que Nico no sabía que le pasaba a Will con ellos. Helado de mango, yogur de mango, granizado de mango, tartaleta de mango, pastel de mango, galletas con trozos de mango, mermelada de mango, ensalada de mango, mango bañado en chocolate...

Su mente divagó a una posible boda, con una gran tarta de mango y fresas en el medio, decorada con soles y calaveras de chocolate blanco, y trozos de fruta por todas partes. Notó que volvía a enrojecer, e intentó disipar esos pensamientos. Se concentró en su pincho de fresas.

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- ¡Rachel! ¿Qué tal vas? - Reyna estaba con Jack, apenas a un metro de distancia.

- ¡Reyna! Y Jack.... Nerviosa supongo. Hace ya un tiempo que no pincho.

- Bah, no te preocupes, aún me acuerdo de la fiesta que montamos en el campamento Júpiter hace unos años. Lo hiciste genial.

- Ya... el problema es que no sé qué música poner... quiero decir, ya han tocado la mayor parte de las canciones que estaba segura de que pincharía bien.

- Termina las que queden que sepas hacer, y prueba algo nuevo. Igual acaba gustándote.

- O la fastidio por completo.

Reyna echó un vistazo a la pista de baile. Al fondo vio a Tomate Di Angelo con Will.

- Oye Rachel... ¿Alguna vez has probado a poner una canción lenta?

- Pues claro. Pero pensaba que los demás querrían algo animado. ¿Por qué lo preguntas?

Reyna sonrió.

- Creo... que tengo una idea.

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A Nico le encantaba ver bailar a Will. Tenía un sentido del ritmo perfecto, y a cada nota que sonaba le ponía una intensidad distinta. Rachel había empezado a pinchar hacía una media hora, y había conseguido que Nico entrara en la pista con Solace. Aún le daba bastante vergüenza bailar, y más con aquel rubio molesto delante. Pero valía la pena solo por verlo tan feliz (que siempre lo estaba, pero igualmente a Nico le hacía ilusión).

La última canción del remix que habían preparado terminó. La gente empezó a salir de la pista, pero entonces, un brillo pícaro asomó en los ojos de Rachel, y una melodía suave y acompasada empezó a sonar por los altavoces.

Nico reconoció la canción enseguida. Era una balada romántica que Will había cantado una noche en las hogueras, mientras tocaba su guitarra española. Alrededor del fuego habían estado Lou Ellen, Cecil, Nico y Will, pero al hijo de Hades le había parecido que cantaba solo para él. Ese había sido el día que por fin se había dado cuenta de todo el cariño que le tenía a Solace. Claro que de ese momento solo había hablado con una persona...