Siete Nudos

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Will estaba sentado en su cabaña, entrelazando los hilos de una de sus pulseras. Era tradición de la cabaña 7, que el día 7 de Julio, fabricara cada campista de Apolo, una pulsera de siete nudos. Idéntica a la que ellos llevaban normalmente. EL siete era el número de la buena suerte, el mismo que su cabaña, y según las antiguas leyendas, las pulseras rojas de siete nudos eran amuletos de protección, que atraían la energía positiva.

Los hijos de Apolo siempre llevaban una puesta, y cada año, la renovaban el día 7, regalándole una igual a la persona que ellos eligieran. Desde pequeño, Will había fabricado pulseras para su madre, Naomi Solace, sus amigos, y algún pariente cercano. Pero ese año no tenía ni idea de a quién iba a regalársela.

Terminó de entrelazar la cuerda roja de la pulsera, la cambió por la vieja, y guardó esta en una pequeña caja donde cada año, las iba guardando. Apretó el cierre, y la miró satisfecho. Cada uno de sus hermanos las hacían en sus mesas, o sentados en la cama. Will cogió los hilos para empezar a hacer la segunda, cuando Kayla apareció por detrás.

- ¡Will! - Gritó, obviamente, para que el chico se sobresaltara. Sonrió. - ¿A quién piensas regalarle este año la pulsera?

La tradición de las pulseras de siete nudos, también implicaba no regalársela a ningún otro hijo de Apolo.

- Mmmm... no sé. Puede que a Lou Ellen.

- ¡Venga ya! Se la regalaste el año pasado.

- Pues a Cecil.

- El anterior.

- A mi prima, la que vive en...

- El anterior del anterior.

- ¡KAYLA!

- No, a mí no puedes.

Will suspiró.

- ¿Te sabes de memoria a quién se la he regalado cada año?

- Sí - Contestó ella alegremente.

Will rodó los ojos.

- No sé a quién voy a regalársela Kayla. Puede que se la envía a mi tía por correo.

- ¿Otra vez?

- ¿Y qué quieres que haga?

- Que se la regales a Nico Di Angelo.

Will la miró fijamente. Se estaba sonrojando, y lo sabía. Su relación con el hijo de Hades era... especial. No podía decirse que fueran novios, pero Will disfrutaba mucho de su compañía, y la palabra amigos, se le quedaba corta.

- No.

- ¿No?

- No.

- ¿Por qué no, Will? ¡Pero si ese chico te encanta!

- Porque no Kayla. A él no le van estas cosas. Pensará que es una tontería.

- Lo que es una tontería es que no le regales uno de los símbolos más bonitos de nuestra cabaña a tu novio.

- ¡Que no es mi novio!

Ahora era Kayla quien entornaba los ojos.

- Si tú lo dices...

Y con eso se fue. Will volvió a su trabajo, sin dejar de pensar en Nico. ¿Podría regalársela a él? ¿Seguro que no le parecería una estupidez? Quizás eran imaginaciones suyas... Sin darse cuenta, Will se esforzó el doble en entrelazar la pulsera, y para cuando terminó de confeccionarla, se dio cuenta de que había añadido un elemento que estaba fuera de lugar. Normalmente a la pulsera le colgaba un sol de oro entre el tercer y cuarto nudo. Esta vez, había colgado un círculo dorado, sin relleno, con dos manos entrelazadas en el centro.

Solangelo One - Shots ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora