La boda de Hedge (p1)

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(AVISO: Esta historia va a ser bastante larga, así que puede que tenga unas cinco o seis partes, pero creo que valdrá la pena) :))))

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El gran día estaba a la vuelta de la esquina. El entrenador Edge iba a casarse con la ninfa Mellie. Y es que a pesar de ser ya padres, la pareja no había tenido una boda formal después de todo, por lo que habían decidido celebrar una. Su pequeño cabrito tenía ya seis años cuando Piper (con 21) propuso la idea. Iba a ser un acontecimiento memorable.

Los hijos de Hécate y Afrodita habían trabajado juntos por primera vez, para buscar el mejor hotel que encontraran, y que tuviera salón de fiestas. Después, habían usado la niebla para hacer creer a los mortales que el lugar estaba en ruinas. Había funcionado perfectamente.

Por su parte, los hijos de Deméter, decoraban el local y la iglesia con flores de todo tipo, mientras que los de Dioniso llenaban el almacén de vino del bueno. La cabaña 7, la de Apolo, disparaba flechas aromáticas y preparaba los instrumentos para la orquesta. Incluso los curanderos (ejejemejemejmeje Will ejemejemejemejem) ayudaban. Ellos terminaban de comprobar la seguridad del local, y cambiaban las extremidades artificiales de algunos de los campistas, por otras decoradas con ramilletes.

Las cabañas de Hefesto y Hermes, preparaban los cañones de arroz, confeti, pasteles, y Zeus sepa cuantas cosas más.

Leo Valdez decoraba con Piper a el dragón metálico Festo, que haría alegremente del carruaje de los novios, mientras que Annabeth y toda su pandilla de hijos de Atenea, supervisaban el trabajo de todos, y ayudaban en lo que podían. El resto se repartían para preparar la comida, o tranquilizar a Mellie, a quien le estaba dando un ataque de nervios.

En conjunto, todos hacían un trabajo estupendo. Incluso Jason, volando, decoraba las zonas más inaccesibles del techo. O Rachel, que pintaba algunas paredes de colores preciosos. Todos excepto Percy Jackson. Bueno, si ayudaba, pero a su manera. Había ido al centro de la ciudad a por los anillos de los novios, pero había terminado estampando el coche de su madre, cuando una bandada de arpías le habían atacado. En resumen, tardó siete horas en volver al campamento mestizo, después de haber pasado tres de ellas en comisaría, dos de viaje, una buscando la tienda, y otra esperando a que trajeran los anillos correctos. Un desastre.

Y mientras todo esto tenía lugar, tres amigos discutían en la cabaña 13.

- ¡Ya te he dicho que no! - Le repetía por décima vez Nico Di Angelo.

Pero Reyna era incansable.

- ¿¡Pero por qué!?

- Porque Hedge ha dicho que eligiéramos nosotros quien de los dos llevaría los anillos. Muy bien, pues tu eres la única ilusionada, así que ¡hazlo tú!

- ¡Pero eres un sieso Nico! - Se giro hacia Hedge - ¡Dile algo!

- Reyna, si Nico no quiere...

- ¿Tú también? Aghh...

Nico sonrió.

- Deja de sonreírme de esa manera Di Angelo. La próxima vez que tengamos que decidir una cosa... yo que sé... parecida, te tocará a ti. ¿Entendido?

- Trato.

Y con eso Reyna salió de la cabaña. Nico nunca lo admitiría pero, incluso con aquel precioso vestido morado oscuro de muñeca barbie, tacones bajos, el pelo trenzado en un moño plano, y cogido con un broche de flores; era imposible no tomarse en serio a Reyna. Y sí, ella había insistido toda la mañana, pero el hijo de Hades era un hueso duro de roer.

Solangelo One - Shots ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora