Capitulo 3 - Malas intenciones

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Articus Stewart, era un hombre decidido, el día mas feliz de su vida fue cuando Hermione Granger llego a su departamento, ¿Por qué? Porque le dio popularidad, la heroína de guerra quien siempre había defendido a las criaturas mágicas finalmente había empezado su carrera, el se beneficio de eso, ella era implacable cuando se proponía algo y todas las reformas que ellos habían intentado palidecieron con lo que ella vino a hacer, la muchacha no solo vino a proponer, si no que logro que se aprobaran, eso era francamente impresionante, hace unos años ellos quisieron implementar un acuerdo con los Goblins y no pasaron de la propuesta, el ministro de ese momento no quiso saber más del asunto.

Pero ella, Hermione Granger no solo había investigado, había hablado con los implicados, revisando sus necesidades, no solo buscando el beneficio de los magos, si no el de las criaturas, que realmente, ese era su trabajo.

Ahora, él quería retirarse, pero no para lo que Hermione Granger creía que seria un descanso, no, gracias a ella, en esos dos años su departamento había ganado prestigio, y si bien ella era la cara publica, la gente seguía felicitándolo por sus buenas decisiones de apoyarla, estaba creando una gran reputación y el ministro Shackebolt había iniciado el rumor de que pensaba retirarse pronto, entonces, él quería tener la oportunidad de postularse, pero para eso, necesitaba estar mas activo socialmente, alinearse con las personas correctas, la reputación ya la tenía, solo necesitaba impulso, así que decidió que las veela serian las criaturas ideales para crear una nueva reforma, porque ellas daban lo que se conoce como los ingredientes más difíciles de conseguir, si el lograba que ellas cooperaran, si su departamento lo conseguía, el puesto de ministro seria suyo.

Y era por esa razón que tuvo la reunión con la reina veela sin Hermione Granger.

-Buenas tardes Sr. Stewart, a mi y a mi comunidad nos complace que Hermione Granger quiera negociar con nosotras para llegar a un acuerdo para su nueva ley, creemos firmemente que una alianza esta en orden y que podemos llegar a un acuerdo, sus precedentes la respaldan debido a que ella es cuidadosa para buscar el bien de las criaturas tanto para ellas como para los magos.- decía la hermosa mujer tranquilamente.
-Para nuestro departamento también es un placer recibirlas señoritas.- dijo el hombre con la voz entrecortada, el encanto veela siempre había sido difícil de resistir.
-Tome esto por favor.- ella le extendió una piedra preciosa.- es una especie de bloqueo a nuestro glamour y de ese modo podremos hablar, es algo temporal, en cuanto nos devuelva la piedra el efecto pasara.- el señor Stewart la miro impresionado.
-No sabia que esto existía.- la reina se tensó.
-Poca gente lo sabe.
-Por supuesto, claro, comprensible- dijo el hombre nerviosamente.
-¿Dónde esta Hermione Granger?- pregunto una de las chicas que acompañaban a la reina.
-Ella no podrá venir el día de hoy, pero estamos nosotros, el resto de su equipo en su representación.
-Esto es una insolencia.- dijo la otra chica enojada.- ¿Nos llama y después no asiste ella personalmente? Me parece francamente decepcionante...
-Por favor, no se moleste.- dijo el hombre muy nervioso.- fueron causas de fuerza mayor, y por ello nos envió para no dejarlas plantadas, déjeme les nuestros nuestra propuesta y podemos ir hablando de cualquier cambio que desee.

Una de las acompañante de la reina miraba con sospecha al hombre frente a él, ella había escuchado de un hombre lobo que la Srita. Granger, siempre iba personalmente a este tipo de visitas y no solo eso, no eran para presentar una propuesta de reforma de ley, si no que iba a hablar sobre ellos, sobre sus costumbres, tradiciones, que los hacía sentir cómodos, que estaba fuera de los límites, y eso le había dicho a su reina por eso ella también empezaba a ver con desconfianza al hombre frente a ella.

-Esto es un acuerdo que va a convenir a ambos lados, ustedes tendrán derechos y la posibilidad de integrarse a nuestra sociedad, a cambio de pequeñas concesiones.- hablo tranquilamente el hombre.

Una veela diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora