Hermione y Pansy sin dejar de mirar a la amenaza aventaron las varitas de sus parejas a sus respectivos dueños, ellos como buenos magos que eran las atraparon sin problema
-Harry, Draco, nosotras nos encargaremos.- dijo Hermione con un tono furioso.- pero cuídenos las espaldas.
Y sin decir más emprendió el vuelo junto con Pansy, ambas eran gloriosas, golpeaban todo a su paso con sus enormes alas, desgarraban gargantas con sus afiladas garras y aventaban por el barranco a las pobres victimas a las que podrían alcanzar con sus pezuñas, Harry y Draco seguían en su sitio, ellos iban a cuidarles las espaldas, pero ellas realmente no dejaban lugar a dudas de que eran las mejores en la pelea, Draco se acercaba sigilosamente a Hermione, los bastardos estaban tan pendiente de ella que no lo veían venir, su temporada con los Mortifagos lo habían ayudado a no hacerse notar y atacar cuando fuera necesario, algunos magos se escondían, esperando su oportunidad de lastimarla, pero Draco estaba ahí para detenerlos, le aventaba un expulso, Hermione lo vería y después lo atraparía en pleno vuelo para aventarlo a una pared cercana con más fuerza, Draco estaría muy sorprendido si alguno de esos se levantaba, estaba seguro que el duro golpe les habría quebrado todos los huesos, Harry por su parte vigilaba a Pansy a la distancia, trataba de evitar que los magos se le acercaran mientras ella elegía a quien atacar, no por nada era un auror entrenado y el niño que vivió, el hombre vivía de sus estrategias, para cuando los magos se dieron cuenta de que no solo estaban peleando con las veelas, ya era demasiado tarde, sus números habían bajado considerablemente, eran pocos los que quedaban en pie.
-Y por eso bola de imbéciles, es por lo que no deben meterse con una veela ¿Ninguno estuvo en el baile donde nos convirtieron?- dijo Hermione con fastidio, los pocos que sobrevivieron solo se encogieron en su lugar.
Los pocos que quedaron en pie fue porque se habían quedado congelados en sus lugares, habían sido muy inteligentes pues fueron a los que las veelas no atacaron, sin embargo, si fueron atados para entregarlos al ministerio.
-Bueno.- dijo Harry- nadie podrá decir que no buscamos encarcelar a alguien.- Draco lo miro como si tuviera algo mal en la cabeza.
-Vamos, nos queda un bastardo con quien lidiar.- Murmuro Pansy molesta.William Parkinson intento desaparecer rápidamente, pero luego se dio cuenta que las salas anti aparición estaba puesta alrededor de ese campamento también, intento salir corriendo mientras las dos furiosas veelas masacraban a sus socios, pero eso tampoco funciono, había mucha gente y alguien termino tirándolo a un lado sin varita a la vista, y cuando acordó, ya tenia a las dos furiosas veelas frente a él, con las garras expuestas.
-Pansy, por favor, soy tu padre, Pansy por favor no me hagas daño.
-¿Mi padre? ¿En serio estas alegando a mi buen corazón con decirme que eres mi padre?- Los ojos de Pansy llameaban- Tu, maldita escoria que no solo me golpeaste, vendiste y traicionaste si no que todavía querías mutilarme para ganar dinero ¿En verdad crees que me importaras una mierda?
-Pansy por favor.- lloraba el hombre y entonces notaron que se había hecho encima.
-Vaya cobarde- bufo Hermione.- vas a tener un destino peor que la muerte mago, serás juzgado por el consejo veela, tu y tus compañeros aún vivos aquí, así sea.Cuando Hermione termino de decir el juramento, unas veelas con armaduras aparecieron donde estaban, miraron alrededor y al ver las lesiones de sus hermanas veela y fruncieron el ceño.
-Señorita Granger, usted a convocado a la legión veela para someter a juicio a varios magos, por favor ¿Podría señalarnos quienes será juzgados?
Hermione dio una larga exhalación y se calmó para transformarse de nuevo, con la transformación, sus heridas fueron más evidentes en sus muñecas, cuello y rostro, sin embargo, eso no la detuvo, señalo a los hombres tirados que aun estaban vivos, a los congelados y al padre de Pansy, la cual no se movió de su lado para que no escapara.
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Una veela diferente
FanfictionHermione Granger se hizo una carrera en el ministerio donde se siente plena y feliz, despues de una decepcion amorosa, no piensa mucho en el amor, sin embargo, una mala jugada del destino y peor aun, de su jefe la llevan a contraer lo que parece una...