Una veela diferente

Capitulo 12- La fiesta

Hermione, estaba muy contenta con su trabajo, ya había pasado 2 de los miles de filtros con su nueva regulación, el filtro del departamento, ella no iba a decirse que no a si misma, y el filtro de Kingsley, y ahora sí, se estaba preparando para todas las preguntas del Wizengamot, pero estaba segura que le iría bien, aun eran mayoría los que querían un mundo nuevo y estaba contenta con seguir así, otra cosa que la tenia contenta era que por fin había podido dominar su transformación, ella nunca fue una persona de volar, pero con sus propias alas era maravilloso, a veces Draco la acompañaba y esos momentos eran especiales para ella, había pasado un mes desde ese intento de intimidad, y ahora se sentía mas apegada a él que en ese entonces.

-Hola bonita ¿Estas lista para ir a almorzar?- El hecho de que Draco empezara a llamarle bonita no tenía nada que ver con que se sintiera mas apegada.
-Si, claro, estoy lista vámonos.

Estaban a punto de irse cuando una lechuza llego a la oficina de Hermione y se paro directamente enfrente de Draco.

-Vaya que extraño- dijo Hermione confundida.
-Ni, tanto, esta es la letra de mi padre.- dijo Draco con un suspiro, se imaginaba que decía la carta.
-¿Es sobre lo que hablaste con tu padre?
-Si, ya sabes que ahora él tiene de nuevo el señorío de Malfoy y su asiento en el Wizengamot, entonces actualmente estoy siendo "amenazado".- Draco abrió la carta y empezó a leer.- bueno y al parecer mi madre me dirá que quiere hacer las pases y me tendera una trampa con Astoria Greengrass, de nuevo.

Hermione hizo una mueca.

-No te preocupes bonita, eres mil veces mejor que ella, le das la vuelta y de regreso en habilidades mágicas y en todo lo demás.- Hermione se rio.
-Solo quisiera que tu madre dejara de intentar tenderte trampas, nos pertenecemos el uno al otro ¿Por qué no lo entiende?
-Son sus prejuicios y no te preocupes, que dejaré muy clara mi posición.
-¿Ah sí? ¿Cómo?- Draco solo sonrió.
-Llevándote a la cena conmigo.

Hermione se empezó a reír y así, entre risas ambos se fueron a almorzar, la comida era deliciosa y el lugar era maravilloso, estaban pasando un momento muy agradable cuando Marissa Greengrass y Daphne se unieron a ellos sin previo aviso, la mujer miraba inquisitivamente a Draco y Hermione mientras Daphne intentaba no agachar la cara de la vergüenza.

-Vaya Draco, veo que los rumores son ciertos y ahora te juntas con escoria.- Tanto Draco como Hermione se tensaron.
-Sra. Greengrass, la ultima vez que lo comprobé, la educación dictaba que no podíamos sentarnos en mesas ajenas.- dijo con su sonrisa mas letal haciendo que la señora Greengrass se sonrojara, la habían llamado sutilmente una maleducada.
-Bueno Draco querido, somos cercanos...
-Conocidos diría yo.- Draco la interrumpió.- en el mejor de los casos.- sonrió.
-Solo quiero decirte mi descontento sobre... tu compañía, Astoria dice...
-Sra. Greengrass.- volvió a interrumpir el rubio.- nadie le pidió su opinión.- la mujer jadeo y se llevo una mano al pecho.- y honestamente, tampoco se la pedí a su hija, Daphne, querida, es un gusto verte como siempre, espero pronto podamos ir a beber algo.- dijo esta vez con mas amabilidad.
-Por supuesto Draco, en cualquier momento, mándame una lechuza, por favor, dile a Pansy que también quiero verla.- dijo sinceramente.- y quizás pueda conocerte mejor Granger, has sido brillante con tus legislaciones.- por primera vez Hermione sonrió.
-Y estoy agradecida por que hayas escuchado Greengrass, de verdad, has ayudado mucho.
-Daphne ¿De qué está hablando esta cosa?
-¡Mamá!
-¿Qué? Antes era solo una sangre sucia y ahora es una sangre sucia veela, es decir una criatura ¿Cómo quieres que la llame?
-No voy a quedarme aquí mientras me avergüenzas de esa manera madre, te veré en casa, Draco, Granger, lo siento muchísimo.- ambos jóvenes solo asintieron con la cabeza, y miraron a la mujer, esperaban que ella también se retirara pero no tuvieron tanta suerte.
-Bueno, como iba diciendo...- continuo la mujer como si su plática fuera importante.