Capítulo 7: Golpes✔

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Hora del receso

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Hora del receso. Después de comer o al menos de que mis amigos lo hicieran, ya que fueron los únicos que comieron. Últimamente no he tenido mucho apetito que digamos y cuando lo tengo llego a comer como una loca.

En fin, los chicos y yo nos fuimos a relajar al jardines de la universidad y nos sentamos en el césped. Daniel colocó su cabeza en mis piernas y yo le comencé a hacer masajes en su cuero cabelludo. Por instinto mi mirada se fue hacia Astor, quien nos miraba con una seriedad en sus labios y una intensa mirada en sus ojos. Lo único que hizo fue bufar y recostarse en el césped con un brazo cubriendo por completo sus ojos.

Decidí tomar mis audífonos, reproducí la música y saqué un libro. Busqué la página con el marcapáginas y comencé a leer. Con mi otra mano le seguí dando masajes a Daniel, su rostro de satisfacción me daba mucha risa. Parecía un gato de los que le gusta que les den cariño de más.

A mí me encanta tomarme algo de tiempo antes de entrar de nuevo a clases, ya sea para poder leer un momento y escuchar música mientras lo hago o simplemente para relajarme un rato con algo de paz. Cuando hago esto me siento que estoy dentro de la historia y que yo soy la protagonista de la misma. Mis momentos mágicos fueron interrumpidos por Camila, quien me hacía señas con sus manos para llamar mi atención.

Pausé la música, puse mi marcapáginas en la siguiente página, ya que solamente pude avanzar una página de mi lectura y cerré el libro.

Volvemos a la realidad, Alessia.

- Ya es hora de regresar - mencionó Camila con una mueca de disgusto - Ni cuando estaba en misa con la abuela se me pasaba el tiempo tan rápido.

En este caso me tocaba Álgebra, lo peor de todo es que me va a tocar con Asher. La mayoría de las escuelas siempre tiene a un chico o chica que busca a quien molestar y Asher no hace más que molestarme en hora de clases y es algo que obviamente no soporto, pero tampoco hago escándalo por ello.

Al entrar me senté en la primera banquilla de enmedio. Segundos después entró Asher con su típica sonrisa de autosuficiencia, yo únicamente rodeé los ojos al ver que quitaba al chico que estaba tras de mí para luego tomar asiento en él.

El profesor entró y la clase comenzó. Con algo de enfado comencé a sentir golpes repetitivos debajo de la silla y sabía perfectamente que ese idiota iba a empezar de fastidioso.

- Lo siento Alessia, no fue adrede - me susurró, para luego reírse - Es que tengo un tick en el pie y no logró controlarlo.

Cálmate, Alessia.

Ignoré su hablar y me enfoqué en las fracciones que estaba haciendo el profesor en la pizarra. Él continúo pateando mi asiento cada vez más fuerte. De lejos escuchaba alguno que otro alumno riéndose de lo que él me hacía y ahí ya no pude seguir soportándolo más.

Me levanté rápidamente de mi asiento, me giré y sin que él se lo esperará le di una gran bofetada que ocasionó que toda el aula quedara en total silencio, incluído el profesor.

- ¿Qué te pasa, loca? - ahora se hacia el inocente, que cobarde.

Se levantó y me enfrentó. Ahora sí se quejaba la nena, pero cuando se trata de él...le vale una mierda.

- Si me vuelves a molestar...te juro, que la próxima no vas a despertar en meses - lo amenacé golpeando con fuerza mi dedo en su pecho - Advertido estás, no te lo repetiré dos veces.

- ¡Alessia, vas ahora mismo a la dirección! - escuché el grito del profesor a mi espalda. Iba a hablar para justificar mi acto y defenderme, hasta que nuevamente habló - También tú, Asher.

Salí con Asher detrás, quien se quejaba del dolor de su mejilla. Si fuera por mí, le dejaba la otra igual o peor.

- Espero que esto no se vuelva a repetir, Alessia - el director me reprochaba solo a mí - No se ve bien que una señorita distinguida como usted, se lleve de esa manera con sus compañeros

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- Espero que esto no se vuelva a repetir, Alessia - el director me reprochaba solo a mí - No se ve bien que una señorita distinguida como usted, se lleve de esa manera con sus compañeros.

Asher de manera disimulada me miró y dió una leve sonrisa que hizo aumentar más mi coraje.

- Perdóneme director, pero yo no veo que esto solo me concierna a mí - me levanté de mi asiento - Porque no le dice mejor a él, que se la pasa molestando a todas las chicas de la universidad.

- ¡Eres una mentirosa! - exclamó él, molesto.

- ¡Y tú, un rechazado! - contraataque de la misma manera.

El director se levantó de golpe y con su puño golpeó su escritorio.

- ¡Ya basta los dos! - ambos hicimos silencio - Ambos tendrán una semana suspendidos, y espero que cuando regresen se lleven mejor.

Iba a recriminar, pero el no me dejó y nos saco de la dirección. Al salir me encontré con que Astor y Daniel me estaban esperando afuera.

- ¿Qué pasó, bonita? - me dijo Astor, acariciando mi hombro.

Yo tenía ganas de llorar, se que sería una estupidez, pero la verdad no quiero decepcionar a mis padres teniendo en mi expediente reportes de agresión.

- Me suspendieron una semana por culpa de Asher - los dos miraron de manera muy molesta al antes nombrado.

Astor se acercó a mí y me abrazó ocasionando que las lágrimas que no quería dejar salir a flote, salieran por completo sin permiso alguno. Sin verlo venir, Daniel se acercó a él y lo golpeó en el pómulo con tal fuerza que hasta eco hizo por el pasillo. Asher cayó de una sobre el suelo.

- Te vuelves a meter con ella y no la cuentas para la próxima - nunca había visto a Daniel tan furioso - Que no se te olvidé que tiene quien la defienda.

¡¿Acaso está loco?! Si el director sale y ve como está, él también saldrá perjudicado y no quiero eso.

Me solté de una manera tranquila de Astor y me acerqué rápidamente a Daniel para detenerlo porque iba a golpear nuevamente a Asher.

- ¡Daniel, detente! - coloqué mis manos en su pecho - No quiero que te suspendan a ti también.

Él pareció entrar en razón, me miró con su mirada tranquila y asintió a lo que anteriormente le había dicho. Después acercó sus labios y beso mi frente delicadamente.

NUESTRA MUJER © (Nosotros #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora