Capítulo 38: Coqueteos✔

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Llegué al apartamento corriendo, abrí con mis llaves y caminé a paso rápido hasta llegar a la cocina

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Llegué al apartamento corriendo, abrí con mis llaves y caminé a paso rápido hasta llegar a la cocina. Aunque era un poco complicado pasar por todos los invitados, ya que traiga conmigo más de seis bolsas de regalos. Una vez que entré a la cocina, dejé las bolsas en la barra del desayunador y traté de reponer mi compostura.

Estaba tan concentrada pensando en lo sucedido hace unos minutos con mis chicos, que no me di cuenta de que había alguien detrás mío. Me giré de manera rápida, y cuando noté que era mi hermano solté un suspiro de alivio, lo menos que quería ahora era que mis padres me inundaran con miles de preguntas.

- Joder, me asustaste - hablé con la mano en el pecho, la mirada que traía era una de querer preguntar muchas cosas - No preguntes nada, ¿Está bien?

- Uy, que carácter, ¿Quién te hizo molestar tanto? - levanté las manos de forma protectora, como si estuviese siendo amenazado por alguien feroz.

Rodeé los ojos ante el dramatismo de Lisandro, me giré nuevamente a la barra de la cocina y tomé una bolsa azul y una negra que eran los regalos que me había dicho Gian que le diera a Lisandro.

- Son para ti - dije estirando mi mano temblorosa hacia él con ambas bolsas.

Él las tomó un poco confundido, me puso tan nerviosa que lo que hice fue dejar de mirarlo a los ojos.

- ¿Gracias? - habló de manera dudosa, miró las bolsas y luego otra vez a mí - ¿Estás bien, hermanita?

- Sí, estoy mejor que nunca - tomé una bocanada de aire, para después soltarlo. Lo miré e hice una sonrisa que fue más una mueca que otra cosa - Además, los regalos no son de mi parte.

- ¿Entonces...? - volvió a mirar las bolsas un poco confundido. No fue hasta que le prestó atención a las tarjetas que traían los empaques, ay no - ¿De quién son?

Lo único que hice fue fulminarlo con la mirada. Le dije que nada de preguntas, y es lo primero que hace.

- Recuerda que te dije que no preguntarás nada - di media vuelta para irme, pero nuevamente hablé para no verme tan grosera - Limítate con saber que son de alguien que conociste. Ahora vuelvo.

Al salir de la cocina me encontré con Camila quien me miraba con preocupación.

- ¿Estás bien, Alessia? Estas muy roja de la cara.

Cómo le explico a Camila que fui manoseada por mis novios, peor que una fruta de mercado y que por supuesto me encantó. Solo de pensar en eso, de seguro ya me puse más roja de lo que estaba.

- Estoy bien, no te preocupes. Mejor vamos con lo demás - ella no dijo nada más.

Fuimos directo con nuestros amigos que me miraban a la distancia con una felicidad nada disimulada, espero y no hayan presenciado nada de lo sucedido afuera. 

- Oye Alessia, el chico con el que estabas en la cocina, ¿Quién es? - preguntó Melany con intriga.

Yo la miré unos segundos antes de contestar. Por un momento me pasó por la cabeza el que Melany tuviera cierto interés en Lisandro, pero ella tiene a Bruno no creo que ella...A lo mejor mi mente me esta jugando una mala.

NUESTRA MUJER © (Nosotros #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora