Capítulo 14: ¿Tiene Novia?✔

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La alarma sonó, despertándome por completo

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La alarma sonó, despertándome por completo. Aunque no tendría las dos primeras horas de clase, de igual manera decidí despertarme a la misma hora de siempre para hacer el desayuno tanto para Cami y para mí. Después si me queda algo de tiempo ordenaré mi habitación.

Salí de la cama, y me dirigí al baño a hacer mis necesidades matutinas. Después lavé muy bien mis dientes y mi rostro. Ya cuando sea casi hora de irme me daré una ducha rápida para estar fresca.

Fui a la cocina y revisé la despensa para ver qué podía cocinar. Al final opté por hacer unos pancakes de avena y un batido de frutos rojos. Sé que a Cami no le va a agradar para nada esto, pero no le queda de otra. Esa chica come más comida chatarra que un niño de ocho años. Siempre la tengo que estar vigilando de que no compre tantos dulces y chucherías porque es capaz de comérselas todas en un día.

Una vez que terminé de preparar el desayuno, fui a buscarla a su habitación. Ella si tendrá todas sus clases y lo más seguro es que aún siga dormida.

- ¡Cami, arriba! El día es muy lindo como para que sigas aún en la cama, floja - fue lo que dije, cuando abrí la puerta.

Definitivamente está muy dormida, ya que ni se movió. Tiré de su sábana para que se despertara, y lo único que hizo fue volverla a subirla, pero está vez cubriéndose hasta la cabeza.

- Déjame dormir, Alessia - habló tan bajito, que apenas fue audible para mis oídos.

La sacudí un poco para que no se volviera a dormir. De ser por ella se la pasaría todo el día ahí.

- Vamos, el desayuno está listo y se va a enfriar. Te lo hice con mucho cariño - ella se bajó la sábana por debajo de sus ojos, y me miró entrecerrandolos un poco.

Cómo no estava cediendo, no me quedó otra opción, así que comencé a hacerle cosquillas. Comenzó a rodar tantas veces en la cama, que terminó en el suelo y aún con la sábana enrollada en el cuerpo. Ojalá así fueran todas mis mañanas de divertidas.

- Eres muy cruel - habló, mientras se tocaba la nuca. Le pedí disculpas y la ayudé a levantar - Vamos a desayunar. Sólo espero y no sea nada light, eh.

Yo únicamente sonreí, y salimos de su habitación.

Yo únicamente sonreí, y salimos de su habitación

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Estaba llegando tarde a clases. ¡Genial! Tenía dos horas libres y llegó tarde cinco minutos. Voy toda empapada, en la cuadra que tengo que caminar a la universidad, comenzó a llover tan fuerte que me mojó en segundos.

Al llegar al aula correspondiente di unos ligeros toques en la puerta, y la profesora abrió.

- Tarde, Anderson - su mirada me decía todo. No me dejaría entrar - Además viene toda mojada. Debería cargar con un paraguas de ahora en adelante.

- Lo sé, y lo siento mucho, pero por favor, déjeme tomar la clases - supliqué, ni a mi madre le llegué a suplicar para salir con mis amigos - No volverá a ocurrir, profesora.

Ella lo pensó un momento sin dejar de mírame, y después volvió a tomar la palabra.

- Está bien, solamente porque es mi mejor alumna - asentí con una sonrisa, y ella me dejó entrar.

Una vez que tomé asiento, la profesora continuó con la clase. Uno que otro alumno interrumpía la explicación de la profesora porque no entendían y ahí se extendió un poco más la clase.

Pasó más o menos hora y media, y la clase por fin concluyó. Aún mi cabello estaba húmedo y mi ropa seguía mojada. En su momento no pensé en la ropa, lo único que me importaba era el no perder las clases. Al salir del aula comencé a buscar a mis amigos, y por fortuna para mí encontré a Melany en los pasillos frente a su locker colocándose un poco de labial.

- ¡Melany! - ella con una cara de espanto volteó a mirarme, y creo que se manchó un poco su mejilla - Necesito que me ayudes.

Ella asintió, aún no le explicaba en que, cuando de su locker sacó una toalla sanitaria y me la extendió. Mi rostro se sonrojo tanto por el hecho de que alguien la viera, que rápidamente la tomé y la arrojé nuevamente dentro del locker.

- ¿Qué pasa? - su ceño se frunció.

- Traes un cambió de ropa - me señale de arriba a abajo, y ahí se dió cuenta a lo que me refería.

Si o si ocupa a cambiarme aquí, ya que no podía llegar a la oficina con la ropa mojada y que mis jefes me estuvieran interrogando. Sabía que Melany es tan vanidosa que cualquier cosa que le pidas referente a ello, te lo presta sin ningún problema. Ella me entregó unos jeans negros y una blusa básica blanca.

- Muchas gracias - ella me sonrió, y antes de dirigirme al sanitario volteé a verla - Por cierto, tienes un poco de labial en la mejilla.

Ella abrió sus ojos con sorpresa y de manera muy rápida tomó su espejo, yo sonreí y seguí mi rumbo.

Cuando entré, había una chica en el lavabo que me miraba confundida, ya que estaba un poco mojada, con el cabello alborotado y con ropa en mis manos. De inmediato la reconocí, a pesar de haberla visto solo en un par de ocasiones.

- Alessia, ¿Estás bien? - es Susan, yo solo asentí y entré al cubículo - ¿Te puedo preguntar algo?

- ¿Te importaría esperar un poco Susan? - ella hizo un sonido de afirmación.

Comencé a desprenderme de mi ropa, dejando mis bragas únicamente y quitándome el sujetador. Me coloqué la ropa y guardé la que aún estaba mojada en una sección de la mochila separada de todos mis útiles, aunque eso no impedía que de una forma u otra se me mojarían un poco.

- Bien, ¿Qué quieres preguntarme? - hablé, haciendo eco por toda la habitación.

Me acerqué a lavarme las manos, y ella se colocó a un lado de mí, mirándome en el reflejo del espejo.

- ¿Sabes si Astor tiene novia o está saliendo con alguien? - esa simple pregunta, me tomó por sorpresa - Espero que mi pregunta no te incomode.

¿Porque me tendría que incomodar esa pregunta? No tendría el porque, Astor es un chico lindo y más de una chica a estado tras de él. Inclusive hubo una chica que ya no asiste aquí, pero ella en su momento se hizo mi amiga para poder estar cerca de él.

- No, claro que no - me sequé las manos - Por lo que sé, él no sale con nadie y mucho menos tiene novia. ¿Te gusta, Susan?

Ella al escuchar mi pregunta, se sonrojo por completo y no me quedaba duda de ello.

- Bue..no, sí, pero no sé cómo acercarme a él. Parece un chico reservado y que no toma a nadie enserio - comenzó a ponerse nerviosa, y ha tartamudear un poco.

- No deberías juzgarlo si aún no te das la oportunidad de conocerlo - la miré, con mi rostro neutro - Mira, te puedo asegurar que si te das tiempo de conocerlo, verás que es todo lo opuesto de lo que piensas ahora. Por el momento, comienza a sentarte con nosotros en el receso y deja que las cosas fluyan a su manera.

Ella me sonrió esperanzada, aunque por otro lado se veía un poco dudosa, pero no quise preguntar más. Salimos del sanitario, que ahora que lo pienso fue una conversación en un lugar equivocado.

NUESTRA MUJER © (Nosotros #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora