Alessia estaba demasiado nerviosa por lo que aquél hombre le fuera a decir. Ella se estaba preparando mentalmente para que la despidieran de ahí.
- ¿Qué espera? - dijo fríamente el hombre - ¿O prefiere que la lleve de la mano?
Ella negó rotundamente y camino a paso rápido hacia la oficina. Al escuchar la puerta ser cerrada, a ella le empezaron a trasudar las manos.
- Veo que para ser muy reservada haz hecho amistades en poco tiempo - Alexey pasó por un lado de la chica y se colocó frente a frente. Alessia miraba confundida a su jefe - Sobre todo con Aidan.
Alexey al decir el nombre de su primo, le rechinaron un poco sus dientes.
- Así es Señor Lévedev, he hecho algunas amistades y con Aidan se puede decir que me llevo mucho mejor - ella sonrió, pero al parecer su jefe lo había tomado de otra manera - Pero no entiendo, ¿Eso a qué viene?
Alexey comenzó a jugar con la pluma que traía en su mano, moviéndola de un lado a otro, y sin quitarle la vista a la chica volvió a hablar.
- Solamente te quiero dejar claro que entre trabajadores no puede haber nada sentimental, ¿Entiendes, Alessia? - como siempre las palabras de aquél hombre eran fría y con una notable molestia.
Alessia no entendía para nada el comportamiento de su jefe hacia ella. Parece como si no le agradará para nada a él.
- Ahora veo, usted también va a poner esa estúpida regla - ella se cruzó de brazos - No logró entender en que mierda les afecta a ustedes el hecho de que personas que laboren en el mismo lugar se relacionen entre sí, yo no le veo nada de malo.
Esa manera de hablar de Alessia, comenzó a descontrolar a su jefe por completo. Alexey tomó a la chica por en mentón ejerciendo un poco de presión, pero no al punto de lastimarla. Y la acercó más hacía a él, dejando así un poco de espacio entre sus rostros.
- Te he dicho varias veces que moderes ese lenguaje - él dió un recorrido rápido con la vista al rostro de la chica y se detuvo nuevamente en sus ojos avellana - Pero al parecer a la niña le gusta ser desobediente. Eso te puede traer consecuencias.
Esa simple acción por parte de él, le gustó a Alessia. Algo que obviamente ella no le diría. Sus labios estaban tan cerca uno del otro, que Alexey pensaba sólo en una cosa...
Besarla.
Era tanto el deseo que tenía Alexey por besar sus labios rojisos y dejarla sin aire.
- Tienes unos labios tan deseables - susurró, su aliento chocaba con los labios de ella, con su dedo pulgar comenzó a masajear su labio inferior - Кто жаждет, чтобы мы его поцеловали.
Alessia al escuchar sus palabras en ruso, inconscientemente se relamió los labios, y la vista de Alexey se dilató por completo.
- ¿Qué? - él, en lugar de contestar, estaba a punto de besarla, cuando...
El sonido de la puerta siendo abierta los alertó y ambos se separaron uno del otro. GianLuca y Dedrick entraron con una sonrisa en sus rostros, pero cuando sintieron el ambiente tenso de inmediato borraron esa sonrisa.
- ¿Qué ocurre aquí? - preguntó el menor de los tres.
- ¿Alessia? - está vez habló Dedrick.
Ambos no dijeron nada por un par de segundos, hasta que Alexey decidió hablar.
- No ocurre nada, Gian - miró a la chica, ella inmediatamente sonrió y concordó con él - Y no sigan cuestionando.
Ellos no le creían del todo, miraron a Alessia, pero no obtuvieron ninguna respuesta. Los tres fueron a sus respectivos escritorios, Alessia se fue al suyo que queda en una esquina de la habitación y así duró hasta que llegó la hora de ir a casa.
En todo el transcurso a su casa, Alessia no dejaba de pensar en que su jefe la iba a besar, y de que si ellos no hubieran interrumpido ya lo habría hecho. Cuando ella llegó al apartamento. Su amiga Camila tenía una cara de felicidad, además de que en sus manos cargaba un hermoso ramo de claveles amarillos.
- Ahora veo porque estás tan feliz, ¿Quién te las regalo? - ella negó, aún con su sonrisa a flote.
- No son mías - eso la dejó aún más confundida.
Alessia, pasó por su lado y se acercó a la barra de la cocina para dejar la cena que había comprado con anterioridad. Volviendo así su total atención a su amiga.
- ¿Entonces? - ella se las extendió, y ahí entendió que las flores iban dirigidas a ella.
Ella comenzó a pensar quien sería la persona que se las mandó, pero no se le ocurría nadie. Ella se acercó a oler las flores y notó que había un pequeño sobre blanco escondido.
"Para la chica que cautivo mi corazón con tan sólo una sonrisa".
Esas eran las palabras que venían escritos en ese pedazo de papel, pero sin ningún remitente. Ha ella no le importó de quienes provenían, ya que las flores eran preciosas.
- ¿Sabes quién las mandó? - ella negó.
Camila si se daba una idea de quién podría tratarse, pero no quería meter la pata.
- El chico que las entregó no dijo nada más - ella se encogió de hombros.
A este punto Alessia ya estaba un poco angustiada con tan sólo pensar que se tratara de un acosador o algo peor.
- Esto es tan extraño. Debería arrojarlas a la basura, pero son tan lindas que no se vería bien que haga eso - acarició con delicadeza los pétalos y sonrió - Iré a colocarlas en un florero con agua.
Mientras Camila esperaba, fue sacando la comida que había traído Alessia, que contaba de una quesadillas preparadas.
La chica regresó de arreglar las flores y las puso en el centro de la mesa. Las dos tomaron asiento y se dispusieron a comer.
- Ahora que te veo bien, ¿Vas a salir con alguien? - Alessia apunto a su amiga con su dedo y sonrió - Te vez preciosa, Cami.
Ella se sonrojo por completo, pero no sabía si era por el cumplido de su amiga o por pensar en la persona con la que saldría esa noche.
- Mmm, bueno, sí... - Camila comenzó a titubear un poco - Saldré con...un hombre.
El cubierto que traía Alessia en sus manos, cayó al plato ocasionando un ruido fuerte. Por un momento creyó haber escuchado mal, pero ahí cayó en razón de que su amiga iba a salir con alguien mayor que ella.
- ¿Es mayor que tú? - ella asintió lentamente, con su mirada en el plato - Bueno Cami, tu puedes salir con quién quieras, yo no soy quien para impedirlo. Sólo prométeme que te cuidarás mucho, ¿Sí? Y que no darás un paso que no quieras dar, y si te quiere obligar dime y lo mando directo al hospital.
Camila pensó que su amiga se enojaría con ella o que le daría un sermón, pero no pasó. Ella asintió y abrazó fuertemente a su amiga quien siempre la apoyaba en todo momento.
- Te lo prometo, prima - se separaron del abrazó, y Camila rió un poco - Te quiero.
- Yo también, Cami.
Una vez finalizada esa conversación y la cena. Cami se despidió de su amiga y salió del apartamento con una gran sonrisa. Alessia se dispuso a lavar los trastes y los dejo en el lavavajillas, para después ir a tomar una ducha e irse directo a la cama.
_____________________________________¡¡¡Holaaa!!!
Traducción:
Кто жаждет, чтобы мы его поцеловали - Que anhelan ser besados por nosotros.
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NUESTRA MUJER © (Nosotros #3)
Novela Juvenil~TERMINADA~ Libro #3 (Saga Nosotros) CUARTA TEMPORADA PRÓXIMAMENTE ____________________________________________________ Tres hermanos. Hijos de diferente padre. Con una madre en común. Alexey, Dedrick y Gianluca. Hermanos y socios de una gran...