Alessandro

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Le doy un trago a mi café tratando de mentalizarme para lo que se me viene encima en cuanto cruce la puerta, pongo la mano sobre el picaporte y cuando abro escucho golpes que, para ser sincero, me esperaba.

Finalmente, entro a la sala de interrogatorios cerrando la puerta a mi espalda viendo a Luka atado a una silla. Tiene la cara prácticamente desfigurada, me jugaría lo que fuese que tiene la nariz rota y por la sangre que empapa su camiseta seguro que en pocos minutos se desmayará.

Mi padre se pasa las manos por la cara agobiado mientras pasea por delante de el interrogado, lo mira fijamente y hago una mueca cuando veo lo tensos que tiene los músculos de la espalda delatando así su estrés por no poder sacarle nada de información.

-Habla de una vez Luka, quiero saber todo de Bianca Martinelli- le dice mi padre y el levanta la cabeza.

Me ve y sonríe de lado divertido antes de abrir la boca para contestarle.

-Eso lo sabría mejor el, que consiguió mandar a la mia dea a la cárcel- dice y me parece que me está mirando mal pero por lo hinchados que  tiene los ojos por los golpes no puedo distinguirlo muy bien.

Elevo una ceja apoyándome en la pared para rodar los ojos sin ganas de aguantar a este ceporro.

-Ella nunca fue tuya Luka, no mientas- digo dándole vueltas a mi café- Ni nunca lo será.

-Basta Alessandro, no ayudas- dice mi padre y vuelve a mirarlo- Hace poco más de dos años ya declaraste para que la condena de Bianca fuese mayor ¿por qué no ahora?

-Porque ahora está libre y volverá conmigo cuando me soltéis.- dice y lo miro incrédulo, no puede ser tan estúpido como para pensar que eso pasará.

-Claro, como eres un partidazo correrá a tus brazos.- ironizo dándole otro trago a mi bebida.

-El trato es que ella se entregue para soltarte a ti o que tu abras la boca para decirnos dónde se esconde. - dice mi padre y el suspira aún sin soltar palabra.

- ¿Has hablado con alguien desde que estás aquí? - le pregunto sacando mi móvil cuando recuerdo la notificación del periódico local que me saltó cuando esperaba por mi café.

-No me habéis dejado- dice fulminándome con la mirada.

-Entonces no sabrás lo que le ha pasado a tu hermano-digo enseñándole la foto de mi móvil.

Abre los ojos sorprendido e intenta levantarse tratando de zafarse de las ataduras que lo mantienen preso, pero mi padre no le deja.

- ¿Cómo sabías que era su hermano? - me susurra mi padre para que no nos escuche.

-Los conozco, sé perfectamente quienes son.

El artículo habla de la media docena de cadáveres que encontraron esta mañana, los que estaba claro, eran obra de Bianca. Llevaba demasiado conteniéndose y estaba claro que necesitaba sentir sangre en sus manos de nuevo.

-Ya la delataste en su momento, ha matado a tu hermano ¿y piensas seguir encubriéndola? - le pregunto y el presiona los labios sin saber si hablar o no.

-Ella cree que sigo apoyándola, si no se entera de mi declaración puedo daros más información de ella- dice y niego con la cabeza.

Está tan desesperado que trata de hacer un trato con nosotros, porque está claro que tiene miedo de Bianca, de lo que le hará cuando salga de aquí.

E incluso de lo que le pueden hacer aquí dentro.

-No haremos tratos con un criminal, si no conseguimos a Bianca gracias a ti entonces te encerraremos y así podremos entretener a los medios- dice mi padre y lo miro confundido.

- ¿A los medios? - pregunto y el asiente presionando los labios.

-Desde que se filtró que Bianca había escapado, el presidente me llama cada hora para saber si hay algo nuevo y si le doy a Luka lo calmaré unos días, pero no tenemos mucho tiempo para encontrarla.

-Esta vez Bianca no cometerá los mismos errores- dice Luka mirándome despectivamente de arriba a abajo –Ya te echó de su vida así que ya no hay más traidores en su círculo, porque Gio la tiene en un pedestal y es imposible que le haga nada.

Me resisto a reírme con todas mis fuerzas y mi padre me mira con los ojos abiertos.

-Eso es, si cogemos a Gio ella se quedará sola y podremos atacar.- dice ilusionado, como si fuese la solución a nuestros problemas.

-La novia de Gio trabaja en la mansión- dice Luka y lo miro confundido, ¿cómo es posible que lo sepa?

-¿Cómo se llama?- le pregunta mi padre desesperado.

-Zia, su nombre es Zia- contesto rápidamente y mi padre me sonríe orgulloso para palmear mi hombro contento- Duerme en una de las bodegas de Bianca, es una asesina a sueldo, de las más peligrosas.

-Muy bien Alessandro, esta noche iremos a por ella- dice y pone su mano en mi espalda instándome a salir de la habitación.

-¿Iremos los dos?-le pregunto mientras caminamos a su despacho y el niega con la cabeza escandalizado.

-No pienso jugarme el cuello por ella, irán un par de patrullas- dice y asiento con la cabeza.

Desde lo que le pasó a Zia, ella se volvió fiel a Bianca y nosotros la entrenamos mientras ella estaba presa, se volvió la mejor en todo el país y es prácticamente imposible que esos policías vuelvan con vida, pero eso no se lo voy a decir porque si no, no tendría gracia.

Desde lo que le pasó a Zia, ella se volvió fiel a Bianca y nosotros la entrenamos mientras ella estaba presa, se volvió la mejor en todo el país y es prácticamente imposible que esos policías vuelvan con vida, pero eso no se lo voy a decir porque ...

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I re della mafia (U.C.C #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora