4

57 8 0
                                    

[Minseok]

En este momento me preguntaba si era posible que los ojos de Jongin lograran hipnotizar a uno sin darse cuenta, desde la noche anterior en la que por fin había hecho un acuerdo con el jefe, había tenido la primera pesadilla. Una en la que esa mirada oscura me acribillaba hasta el hartasgo, persiguiéndome a todas partes y sin tener donde esconderme, probablemente como pasaba en la realidad. Por más que él no estuviera allí conmigo, de alguna forma sentía que estaba bajo su mirada atenta.

La conversación con Jongin había quedado allí, cuando acepté venderle mi alma, él era un hombre de pocas palabras. Aunque había escuchado por ahí que más bien era de acciones.

Kim Jongin probablemente era un hueso duro de roer, incluso peor que Kris, por ende, no podía pretender endulzarlo con cualquier palabra. De hecho, quizás hasta me divertiría encontrando la manera en la que me ganaría su confianza.

Para empezar, me envolví día y noche con el laboratorio, investigando y estudiando sobre las plantas, pero al poco tiempo me di cuenta de que ya era hora de que indagara más allá del cannabis. La cocaina era un buen camino también, aunque lo único que tenía que saber era cómo la organizaban y distribuían, pero nunca había estado en el depósito. A lo mejor Taeyong me podría ayudar con ello, ya que era amigo de JooHeon. Éste era uno de los tantos que ayudaba a controlar los depósitos y mantenía el contacto con los clientes junto a un tal Chanyeol que le servía de guardia al momento de negociar.
Aún no me había cruzado con ninguno de los dos, solo conocía sus nombres.

En la mañana me topé con Taemin, o como mejor lo conocían, como la mano derecha del jefe. Era mucho más introvertido que Jongin, pero con tan solo oírlo hablar un poco se podía deducir lo inteligente que era.
Se encargaba de revisar que todo estuviera en orden en cada instalación que tenían e informaba a Jongin sobre todo, de vez en cuando pasaba a dar una vuelta por las plantaciones y conversaba un rato con los chicos.

El tipo era extraño, para ser sincero. Hablaba lo justo y necesario, nunca pronunciaba el nombre de Jongin, sino que lo llamaba jefe. Parecía no escuchar lo que pasaba a su alrededor, daba la impresión de que estaba metido en su mundo la mayor parte del tiempo.
Onew me contó que era muy bueno aconsejando a Jongin, a veces era la cabeza de ciertos planes que Jongin ordenaba llevar a cabo, así que el moreno no podía quejarse de su actitud.

Me llamaba Minsuk, no importaba las veces que se lo corrigiera o el tono en el que se lo dijera. En cierto punto comencé a creer que lo hacía a propósito, pero la verdad es que solo era despistado para esas cosas. Sinceramente no sabía si eso le jugaba en contra en algún momento, pero al menos no parecía tener problema con ello.

JongIn le pidió que supervisara mi trabajo para que nada se le pasara por alto, oficialmente estaba bajo la mira de Jongin. Sabía que había captado su atención, lo cual, sinceramente, creí que tardaría más tiempo.
Onew se sorprendía de cómo es que había entrado tan rápido en contacto con él, incluso él mismo no era alguien de hablar demasiado con Jongin; irónicamente Taemin mantenía más contacto con la mayoría que el mismo jefe.

Él observaba la manera en la que curaba los cogollos junto con Onew, a éste lo había tomado por sorpresa porque, como siempre, no tenía acostumbrado a realizar el curado, o si lo hacía era muchísimo menos tiempo de lo esperado, así que seguramente estaba fastidiado.
Mi primera curación constaba de dos meses, Taemin me pidió hacerlo con las plantas de Onew, dado a que las mías se encontraban en proceso de secado. Key no estaba demasiado de acuerdo en que me metiera con los procesos, prefería que los demás chicos se encargasen de ello, pero Taemin concordó con que eran ordenes de Jongin y no podía hacer nada contra eso.

Love Words / ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora