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El entrenamiento con Yixing y Kris había rendido sus frutos con el pasar de los días, tiempo en el que no volví a ver a Jongin y, gracias a Dios, a Jongdae.

Más bien siempre a la salida de la mansión lograba encontrarme con Ravi y, de alguna forma, comenzamos a tener conversaciones más bien cotidianas, pocas veces involucrábamos el clan en ellas, sino que era fácil entablar charlas sobre la vida de uno entre los dos.
Y es que resultaba alguien interesante a decir verdad, quizás más interesante que toda la bola de idiotas que iban y venían en el grupo.

Entre él y Yifan eran los primeros en probar los nuevos cigarros que hacía, así que la mayor parte del tiempo estaba con ellos.

Cada vez que tenía un tiempo libre, me ocupaba de lavar el auto de Yifan, quien era casi obsesivo con este. En lo que iba de la semana, ya lo había lavado unas tres veces. Pero es que no había manera de llevarle la contraria, de por sí ya me estaba haciendo un gran favor como para andarme con quejas.

Ravi repartió por segunda vez en la noche las cartas en la mesa para el póker. Kris observaba su teléfono a la espera de que terminara, mientras que con su otra mano dejaba ir y venir un cigarrillo entre sus labios.

Miré a Ravi con curiosidad porque ya llevaba un rato mirando fijamente un punto en la mesa a la vez que repartía.

—¿En qué piensas? —Le pregunté con una leve sonrisa. Más bien se me hacía graciosa su expresión pensativa.

—En qué soñé anoche —finalmente desvió su vista hacia mí en el mismo momento en que terminaba de repartir. Kris dejó su teléfono de lado y se acercó un poco más a la mesa para meterse en la conversación—, sé que fue algo extraño. Y todos estábamos allí, tú —me señaló—, tú —prosiguió a señalar a Kris, quien rio por lo bajo ante esto—, el jefe y Yixing. Pero no me acuerdo qué estábamos haciendo, probablemente enterrando un cuerpo, quién sabe. Siempre sueño con eso, pero el de ayer fue más alegre y Jongin reía mucho.

—Creo que lo que te da Seok es de la buena —Kris rio con más ganas al decir esto. Aquello me causó risa de alguna forma, así que le acompañé tímidamente con la carcajada.

—Probablemente. Si alguno sueña con Jongin feliz, quizás ha sido por eso.

—¿Es de esa gente sin sentido del humor? —Pregunté antes de tomar mis cartas y darles un rápido vistazo.

—Digamos que tiene un humor retorcido que casi nadie entiende —aclaro Ravi, moviendo un par de fichas hacia en centro—. Solo ríete de sus chistes aunque no te den ni puta gracia.

Levanté la vista hacia la puerta del cuarto por el sonido que venía de la misma. La figura de Lee Taemin apareció para asomarse a través de esta.

—Wu, el jefe tiene que salir —murmuró sin salir de su lugar y echando un rápido vistazo a lo que hacíamos.

—¿Chanyeol? —Le preguntó casi en queja por tener que abandonar el juego.

—Ha salido con el grupo.

Kris bufó, haciendo una mueca entre sus labios y finalmente se levantó del lugar con un ademán, despidiéndose de ambos antes de salir. Taemin se hizo a un lado para dejarlo pasar, pero no salió detrás de Yifan.

Ravi lo miró un momento en silencio hasta poder pronunciar algo.

—¿Quieres jugar con nosotros? —Le preguntó sin saber mucho qué decir, porque ciertamente no es que nos moríamos de ganas de que él estuviese con nosotros. Taemin era muy extraño, para todos menos para Jongin.

—Nunca he jugado —sonrió—, pero puedo hacerles compañía. Por alguna razón el jefe me quiso hacer a un lado hoy.

—¿A donde han ido?

Love Words / ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora