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La pesadez de mis párpados me permitía poco a poco el poder abrirlos, pero un par de segundos después finalmente la luz ingresó a mis retinas, haciéndome fruncir el ceño por la molestia.

—Eh, despertó —oí la voz de alguien a mi lado hablar. Una vez que abrí por completo mis ojos me giré a verlo. Yixing me sonrió enseñando sus hoyuelos dulcemente—. La Beretta quedó completamente destruída, así que tuve que usar la de repuesto. —Parecía estar hablando con alguien más allá de la habitación, que por el sonido de sus pasos supe que se estaba acercando hacia nosotros.

—Menudo día te tocó. —Rio. De inmediato reconocí a Jongin al momento de posarse a mi otro lado.

Se veía jodidamente increíble como siempre, pero de igual manera mi respiración se contuvo ante su mirada. De pronto llegó a mi memoria todo lo que había pasado en el galpón.

Me incorporé de un rápido movimiento sobre la cama en la que estaba, aunque sinceramente fue lo peor que pude hacer porque el dolor en mi cabeza apareció como una jodida ráfaga.

—Mierda —siseé mientras cerraba mis párpados con fuerza. Dios mío, sentía que podría morir tan solo del dolor. Percibí los cortes que tenía en todo el cuerpo, por lo que abrí de nuevo mis ojos para encontrarme con los vendajes sobre cada una de ellas.

Alguien me había quitado mis camisa y los pantalones, al parecer para poder curar mis heridas. Lo único que rogaba era que un médico al menos las hubiera visto.

—Quédate quieto, Kim Minseok —dijo Jongin y sonrió, para luego sujetar mi cara con su mano. El acto hizo arder el corte de mi labio inferior, por lo que siseé a ello—. Sí que diste una buena pelea allí abajo.

—¿Él murió? —Indagué.

La verdad es que no sé porqué pregunté aquello, era más que obvio que había cometido un asesinato.

—Yo creo que le debes un trago —Yixing soltó una carcajada por lo bajo tras palmear uno de mis muslos.

—Tienes razón —afirmó Jongin. Clavó su mirada en mí por un momento, sacó un cigarrillo de sus pantalones y buscó a Kris detrás de sí, quien hasta el momento no sabía que estaba allí. Éste encendió el cigarro en silencio antes de regresar a su lugar en la puerta—. Pero que descanse un poco, está hecho mierda, ni siquiera de pie puede ponerse.

Y no mentía. Me sentía asquerosamente mal, el corte en mi cadera parecía acaparar todos mis nervios. Podía jurar que cuando Seungwan lo hizo, sentí que había desgarrado mis órganos, aunque al parecer no había sido tan profunda.

—Yo... —La verdad es que no sabía qué decir, mi garganta dolía como la mierda, incluso me costaba tragar—. ¿Podré quedarme?

—Creo que no es tan listo —Yixing nuevamente interrumpió para tocar el hombro de Jongin, quien le sonrió de inmediato.

—Dijiste que no te servía —clavé mi vista en el rostro de Jongin. El moreno rodó sus ojos y dio una profunda calada al cigarro.

—Pues ahora lo veremos.

—También dijiste que servía solo para follar —Kris murmuró desde la puerta, soltando una carcajada que también contagió a Yixing.

—¿Acaso crees que folla mal? —Le devolvió la sonrisa Jongin.

—Para nada.

Comencé a negar con mi cabeza, esperando que cerraran la maldita boca de una vez. Su descaro era una mierda.

—Lo dejo en tus manos entonces —dijo Jongin, dándose la vuelta en el lugar para poder retirarse junto a Kris—. No mueras, cariño.

Le devolví la mirada de forma neutral, de lo contrario no sería nada amigable a esta altura.

Love Words / ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora