Love Words / ChenMin

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Mi primera vez como guardia había llegado al fin. Bueno, aunque a mi punto de vista lo que menos hacían allí era guardia, quizás por eso sucedió lo del robo y Jongin tenía razón en molestarse con esta gente; se la pasaban hablando entre ellos como si no hubiera una cosa mejor que hacer.

En el momento en que llegamos los "nuevos", ya que Jongin corrió de ese puesto a unos pocos, estos se retiraron y los que quedaron se decidieron a tomarse el tiempo de presentarse, explicarnos los lugares de la casa, cómo funcionaba su seguridad y demás.

Desde atrás todos éramos vigilados por Taemin, quien cumplía las órdenes de Jongin simplemente.

Una vez saludé a todos, proseguimos a dividir las actividades para quienes acabábamos de llegar. Mientras no me pusieran al frente, por mí bien.

Gracias al cielo, Taemin intervino y nos indicó los puestos que Jongin quiso que tuviéramos. Como gracia divina me llevaron a la parte trasera de la casa, allí por donde se ingresaba a la cochera.

Al estar allí no parecía algo complicado, tan solo debía lucir genial con una pistola en el interior de mi chaqueta. La mayor parte del día debía estar caminando de un lado para el otro con la vista atenta.
Por ende, tenía demasiado tiempo para pensar. Para pensar en lo que estábamos teniendo Jongin y yo, ya que desde la última vez no habíamos vuelto a hablar y había comenzado a extrañar su contacto, aunque solo fuera deseo lo que sentía hacia él. Aún así me seguía gustando, de alguna forma se sentía bien estar a su lado, quizás por la seguridad que brindaba o por su ligero cariño para conmigo.

Quien a mi suerte no había tenido oportunidad de ver otra vez, era a Jongdae. Pero a veces se sentía extraño, como si tuviese la sensación de que siempre estaba conmigo, aunque así no fuera. Probablemente ya me había acostumbrado a tenerlo al lado todo el tiempo, que ahora sentía su presencia en todas partes.

Mientras divagaba en todo aquello, la figura de Taemin apareció en dirección hacia la cochera, probablemente ya para retirarse del lugar. Pero al verme, comenzó a acercarse hasta estar a mi frente con la misma mirada tonta de siempre.

—¿Te gusta? —Preguntó dando un vistazo a la pared de la casa.

—Es interesante. Espero hacerlo bien —sonreí un poco—. Dale mis gracias a Jongin por la oportunidad.

Taemin elevó una de sus cejas y sonrió luego.

—Claro. Asegúrate de llevarte bien con los chicos, van a responder cualquier duda que tengas.

Asentí y me enderezé en mi lugar antes de despedirlo por fin.

Al parecer Taemin era quien se encargaría de vigilarnos a todos para asegurarse de que todo en la casa estuviera en orden. Jongin pidió exclusivamente que fuera él, ya que quien estaba antes al parecer no era tan responsable con el equipo y por eso terminó pasando todo.
Al menos los demás chicos parecían llevarse bien con él.

Permanecí la mayor parte del tiempo en silencio, además no tenía a nadie con quien hablar. Al ser una casa grande, todos estábamos bastante alejados unos a los otros.

Aunque, ahora que me daba cuenta, el muro que había fuera de la casa se veía bastante seguro como para que hubiera problemas todos los días. Así que ya me veía venir todos los días aburridos metido aquí dentro.

Lo bueno es que podíamos usar el baño y la cocina, claro, siempre avisándole a uno de los guardias principales.

Por mera curiosidad, al tercer día me tomé el permiso de ingresar a uno de los baños. Un tal Liev me acompañó todo el recorrido hasta el baño del primer piso.