Un Vago Recuerdo

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Era muy raro, casi imposible. Ese collar lo he tenido desde que tengo uso de razón, y jamás existió pieza alguna que encaje con el. Y ahora viene este chico tan.. idiota y solo me dice que tenga cuidado. Que acaso el no noto que encajaba? Hasta el lo quito de su lugar. Tal vez el si tiene la otra pieza y este que tengo es solo una réplica. Pero aún así debió preguntar o algo así, solo se fue. Y su cara, su cara la mas seria del mundo al momento de decir que tenga cuidado, ya se! Tal vez es por eso por el collar, espera no tiene sentido. Tal vez el es así. Ojalá no sea mi vecino ya que fue una horrible
primera impresión, gracias a Dios la azúcar no se cayó.

No me di cuenta que ya estaba parada en la puerta como sonsa y no tocaba para entrar.
*toc toc*
En seguida se abrió la puerta y no podía creer, es el mismo joven con el que me tope es la calle.

- Disculpa, soy nueva aquí y creo que me equivoque de casa- no podía hacer más estúpida de haber dicho esa frase. Estaba por irme cuando voltea a verlo y vi que hizo un gesto de desinterés encogiendo sus hombros y cerrando la puerta.
Qué acaso no va decirme nada? Sólo va a cerrar la puerta y se va a ir? Pero que... Idiota! Eso es lo que es.

Pero donde rayos quedaba la casa. Ya me perdí. Estaba segura que era esa y ...... Noooo! Mi "tia Sam" me dijo que tenía un hijo, no creo que sea ese.
Vi a una mujer saliendo de esa casa. Oh mi tía Sam.

-Lucy! Pensé que algo te había pasado.
Dijo mi tía que si, salía de esa casa, y que creen justo por detrás estaba él, mirando cuando Sam me abrazo fuerte, y si, yo como una estúpida me quede mirando mientras Sam hacia un show en la calle.

Estaba sentada a la mesa junto con Sam y su hijo, quienes estaban cada quien por su lado, ya sea en si celular o en su libro.
Terminando la cena recogí los platos y con ayuda de Sam los metimos en el lavavajillas. Conversamos un rato sobre las reglas de la casa, no eran muchas y eran simples.

1. Nada de fiestas cuando no estoy en casa.
2. Llegar temprano, si es posible antes de las 12 de la noche. * hago un alto aquí, no se a que hora de duerme aquí pero en mi casa suelo acostarme a las 10pm como máximo y si la hora máxima de llegada a casa es a las 12, no se para que hay reglas*
3. Si es que vas a salir de casa, anotarlo en el pizarrón. * Oh lo olvidaba, hay un pizarrón en la cocina donde estaban todas las actividades de casa por mes, si que son organizados*

-Y bueno, esas son todas. Si tienes alguna queja o reclamación házmelo sabes por favor. Siéntete con en tu casa y se libre de coger, usar o comer lo que desees.

-Muchas gracias Sam, oh lo siento tia Sam- dije avergonzada, demasiado avergonzada, si le decía Sam en mi interior pero no creí que se me escaparía.

-Dime Sam si lo prefieres, me. Gusta sentirme joven, y nada mejor con que me digan Sam. Patricio también me dice Sam-

Patricio! Ya se su nombre! No esta nada mal, pero para ser tan intocable..

-Gracias Sam, ahora... - dije un poco incomoda al prácticamente obligarla que me muestre mi lugar para dormir.

-Oh! Cuanto lo siento, me olvidaba de llevarte a tu habitación, debes de estar cansa por un viaje largo.

Solo sonreí en señal de que tenía razón y fue a coger mi maleta, subí por las escaleras y vi un ambiente cálido, todo era alfombrado y antes de subir el ultimo escalón estaba un lugar donde se dejaban los zapatos para ingresar al piso alfombrado, y ahí mismo habían dos pares de pantuflas blancas.

-Puedes dejar todos tus zapatos que usaras aquí, para evitar ensuciar mucho arriba, y en remplazo usa estas pantuflas que compre para ti- dijo sonriendo.

Me quite los zapatos, gracias a Dios que no tengo mal olor en los pies, y me puse las pantuflas. Eran muy suaves y era más fácil caminar con eso en un piso alfombrado. Seguí caminando y no tardamos casi nada en llegar a otra pequeña sala donde había una co sala de videojuego y un smart tv. Había también un balcón donde se podía ver la piscina y unas tres puertas, me supongo que una de ellas iba a ser mi habitación.