Flufftober 2022: Saint Seiya Shipps

Día 9: Enlazar los dedos

Shipp: Defteros x Asmita

Universo Alterno.// Modern AU.// Normal AU.// Headcanon

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

Un suave y cálido beso había dado inicio a todo. Después de un hermoso y largo noviazgo de casi díez años, habían logrado lo que era un sueño para muchas parejas: ser un matrimonio.

Era su noche de bodas, su primera noche juntos, cómo esposos. Defteros besaba con cuidado a su amado rubio, que felíz, enredaba sus dedos en los largos cabellos azulados.

- ¿Quieres hacerlo hoy?- Le preguntó Defteros, deteniéndose un momento, acariciando el rostro de Asmita.

- Es nuestra noche de bodas. Oficialmente soy tu esposo.- Respondió con una sonrisa el rubio, alzando sus manos hasta alcanzar acariciar el rostro de Defteros.

- Lo sé, pero... Será tu primera vez y... No quiero que te sientas presionado a hacerlo si todavía no quieres.

- También será la tuya.- Replicó con una leve risa Asmita.- Y además, quiero hacerlo. Estoy listo.

- Mita...

Asmita lo silenció con un beso, atreviéndose a acariciar el cuello, hombros y pecho de su ahora esposo.

Defteros temía lastimarlo o provocarle demasiado dolor. Ninguno de los dos tenía experiencia previa, a pesar de tener 23 y 25 años. Se conocieron siendo tan solo unos niños, cuando Asmita llegó a vivir al vecindario y se conocieron mientras Defteros y unos amigos jugaban en el parque. Defteros vió a Asmita llegar al lado del que ahora sabía, era su hermano mayor, y se atrevió a acercarse e invitarlo a jugar con ellos. Así comenzó su amistad, pero se hicieron pareja cuando tenían 13 y 15 años aproximadamente

Aún así, en todos esos años, lo máximo a lo que habían llegado era a tocarse mutuamente, sin consumar el acto.

Asmita era ciego de nacimiento, y al pasar tantos años a su lado, Defteros había descubierto algunas cosas que lo hacían dudar y tratar de posponer el momento cuánto fuera posible, cómo el hecho de que a causa de su ceguera, Asmita era mucho más sensible a toques, sabores y sonidos que las personas videntes.

Le sorprendía que Asmita era capaz de saber todos los ingredientes de algún estofado solo probando un sorbo, desde los vegetales hasta las especias y condimentos, y sus cantidades aproximadas. O como solo con escuchar el motor de un auto era capaz de saber a qué distancia se encontraba, en qué sentido iba y hasta el modelo y la marca. O también como con oler el perfume de alguien podía saber si se trataba de uno hecho con ingredientes sintéticos o naturales, qué aromas contenía para llegar al olor deseado, si era original o una imitación, la marca, e incluso a qué distancia estaba la persona que lo usaba, aún sin que esta siquiera se moviera ni hiciera sonido alguno.

Pero esa agudeza en sus otros sentidos tenía un precio a pagar, cómo el hecho de que Asmita tenía los oídos más sensibles y los sonidos fuertes tendían a estresarlo. Tampoco toleraba muy bien la comida picante o demasiado condimentada ni los sabores extremos, y a menudo prefería comidas con sabores simples, casi insípidas. Los olores fuertes o desagradables también le llegaban a provocar severos dolores de cabeza, por eso no solía usar perfume y optaba por antitranspirantes sin olor. Otra cosa que había notado, era como Asmita reaccionaba mucho más a cualquier estímulo sobre su piel, cómo se erizaba solo con sentir su aliento sobre ella, como a veces simples caricias sutiles sobre la ropa eran suficientes para excitarlo.