Día 28: Tras una relación tóxica

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Shipp: Shijima x Mystoria

Universo Alterno.// Normal AU.// Modern AU

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El ruido de un vaso cayendo, haciéndose pedazos...

Gritos, insultos y maldiciones a su persona...

Una bofetada...

Él temblando de miedo y moviendo sus manos asustado, intentando disculparse...

Un puñetazo... Otro... Y otro... Hasta hacerlo caer al suelo...

Varios golpes más...

El dolor en sus brazos, piernas, torso, cara...

Un golpe, y otro, y otro...

Sus lágrimas saliendo sin control...

Impotente, indefenso...

Entro finalmente abrió los ojos, incorporándose de golpe, con un fuerte respingo.

- Shijima, ¿qué pasa?

Al escuchar la voz a su lado, dió un pequeño brinco del susto, pero después se calmó.

- ¿Volviste a tener una pesadilla?

Él asintió, con las lágrimas comenzando a brotar de sus ojos, mientras se abrazaba a sí mismo.

- Tranquilo. Sabes que aquí estás a salvo.- Le susurró aquel peli-celeste, abrazándolo.- Él ya no puede volver a lastimarte.

Shijima asintió, girándose para aferrarse a Mystoria, llorando en su pecho. Mystoria lo dejó llorar hasta que se tranquilizó, dedicándose a acariciar su cabello y espalda para calmarlo.

En este mundo existen personas que son el vivo ejemplo de la frase "El diablo se viste de ángel para pasar inadvertido." Nadie está exento de ser víctima de uno de esos monstruos que se hacen llamar humanos, cualquiera puede ser presa de uno de ellos. Y tener alguna discapacidad es un imán para ese tipo de gente.

Shijima, habiendo tenido la mala suerte de nacer con una anomalía en las cuerdas vocales, y recibiendo una cirugía que salió mal siendo tan solo un bebé, sus cuerdas vocales sufrieron un daño irreversible, haciéndolo incapaz de hablar, tuvo que enfrentar muchas dificultades durante toda su vida.

Desde aprender lengua de señas, y buscar formas de comunicarse con personas que no la entendían, hasta sufrir el rechazo y hasta burlas y humillaciones de gente que no entendía su condición.

Estaba de cierta forma acostumbrado al rechazo y a casi siempre estar sólo, así que incluso había aprendido a disfrutar su soledad, y quizás todo habría estado bien, si el demonio que lo arrastró al infierno en el que estuvo cautivo por cinco años nunca hubiera aparecido en su vida, cuando tenía 19 años y estaba en su primer año de universidad, en la facultad de filosofía y letras, después de haber tomado un descanso de un año por su salud mental.

Ese chico le mostró algo de cariño y compañía, era encantador, amable, dulce y paciente con él, era lo que había deseado toda su vida, y lo cautivó por completo al instante. Él le mostró un mundo diferente al que conocía, gracias a él logró integrarse con otras personas en su facultad. Tenía todo lo que siempre había querido, alguien que lo amaba a pesar de sus limitaciones, era aceptado finalmente por sus congéneres, sus padres adoraban a ese chico, tenía un lugar donde encajar y se sentía en extremo felíz. Su vida fue como un verdadero cuento de hadas... Al menos hasta que se graduaron.

Flufftober 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora