Día 18: Fantasía de la infancia

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Shipp: Degel x Asmita

Universo de The Lost Canvas.// Headcanon

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- Degel, ¿estás en casa?- Dijo el santo de Virgo, en la entrada de onceavo templo.

- Sí.- Respondió el peli-verde, apareciendo poco después frente a Asmita, vistiendo su armadura, contratando completamente con Asmita, que solo portaba una ligera y delgada túnica blanca.- ¿En qué puedo ayudarte, Asmita?

- En realidad, solo venía a entregarte ésto.- Responder el rubio, estirando su mano, que sostenía un libro.- Kardia me pidió que te lo trajera.

- Gracias, Asmita.- Agradeció el aguador, tomando el libro, que al leer la portada, se dió cuenta de que era uno que le había prestado a Kardia hace casi dos meses.- ¿Por qué no vino Kardia a devolverlo?

- Dijo algo como que estaba cansado o algo así.- Se encogió de hombros Asmita.- Yo regresaba de Rodorio, me lo encontré con Manigoldo en la casa de Cáncer.

Degel rodó los monos, típico de Kardia... Ya se las cobraría después.- Igual, gracias, Asmita. ¿Puedo ofrecerte algo de beber?- Añadió Degel, sabiendo el largo camino que debió recorrer Asmita para llegar hasta su templo, y que con el ardiente sol y aire caliente de Grecia en pleno verano, no debía ser nada fácil incluso para un santo.- Tengo algo de vino, té, agua...

- Solo agua está bien para mí, Degel.- Rió levemente el rubio.

Degel lo hizo pasar hasta la estancia de su templo, que era bastante fresca comparada al infierno caluroso que hacía afuera.

Asmita no conocía el interior del templo, solo en un par de ocasiones había pasado por ahí, cuando el patriarca lo enviaba a buscar a Degel, a devolver algún libro o llevarle algún libro o documento al peli-verde. Así que Degel tuvo que guiarlo hasta uno de los sillones para evitar que se tropezara a causa de su ceguera.

Una vez que se aseguró de que Asmita no se caería, Degel fue por el agua y se la entregó con cuidado al rubio. Asmita le agradeció y bebió el frío líquido, cortesía de Degel.

- ¿Estabas bebiendo vino?- Preguntó el rubio, sorprendiendo a Degel.- Lo siento, es solo que el olor a vino añejo aquí es más que evidente.- Añadió con su típica sonrisa y leve aire de burla.

Degel solo suspiró. Por un segundo olvidó que Asmita a pesar de ser ciego, era increíblemente perspicaz y se daba cuenta de muchos detalles que quizás pasarían desapercibidos para alguien vidente.

Asmita dejó escapar una pequeña risa.- No te preocupes, no me debes explicaciones de lo que hagas en tu tiempo libre.- Añadió, con su perfecta sonrisa aperlada.

- El vino frio es realmente agradable con este calor.- Respondido Degel.- ¿Quieres un poco?

- Si tú lo recomiendas, supongo que debe ser realmente bueno. Así que creo que por esta vez acepto tu oferta.

Degel fue por otra copa y sirvió un poco de su vino, para después entregársela a Asmita, que se tomo su tiempo para oler el líquido antes de atreverse a darle un pequeño trago, tosiendo levemente después. Degel tuvo que morderse el labio para evitar reírse por la cara que puso Asmita al sentir el leve ardor del vino al pasar por la garganta.

- Para ser alcohol, el sabor no es tan desagradable.- Dijo el rubio, después de darle otro trago, ya sin toser ni hacer gestos.

- Sinceramente, hay pocas cosas que considere más agradables que una tarde leyendo, acompañado de un buen vino.- Sonrió Degel, dándole un sorbo a su copa. Asmita solo esbozó una sonrisa. Degel no entendió la reacción de su compañero, hasta que cayó en cuenta de aquel detalle que olvidó por un momento, y al recordar, casi lo hace escupir el vino.- Lo siento, no era mi intención ofenderte.- Añadió, no queriendo que Asmita pudiera malinterpretar su comentario.

Flufftober 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora