Día 10: Reencuentro

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Shipp: Shun x Eo

Universo de Saint Seiya, tomando en cuenta el nuevo Spin-Off  "Re-Rise of Poseidon."// Final alternativo.// What if...?

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Después de la batalla contra Hades, y que los nombrados "santos de la esperanza", terminaran flotando en un espacio desconocido del cosmos, pretegidos por Athena, intentando volver a la Tierra, una nueva amenaza para la humanidad había aparecido.

Poseidón había sido despertado por Hades de su sueño, y se había levantado junto a sus marinos caídos en batalla para proteger la Tierra en la ausencia de Athena y sus santos, enfrentando a Némesis y sus guerreros.

Nuevamente estaban vivos, portando sus escamas, luchando al lado de su dios. Sin duda no sería una batalla fácil, si Hades había sido capaz de dejar su orgullo de lado para ir a pedirle su ayuda a Poseidón y dejar la Tierra en sus manos, significaba que el problema era realmente grave.

Sabían que después de cumplir su misión, volverían al mundo de los muertos, dónde habían estado los últimos años después de perder contra los santos de bronce, pero aún así, estaban dispuestos a cumplir la misión que se les había encomendado, era lo menos que podían hacer después del horror del que fueron cómplices años atrás, involuntariamente, pero cómplices al final del día. Y así fue...

Después de lograr derrotar a la amenaza, y devolver la tranquilidad a éste mundo, estaban listos para volver al descanso eterno, llamado muerte, pero antes, lograron ver una vez más a Athena y aquellos nobles y formidables guerreros que enfrentaron años atrás.

Ésta vez no eran enemigos, solo viejos conocidos que se reencontraban por azares del destino. Lograron darse la mano en señal de tregua, respeto y agradecimiento mutuo.

- Eo.- Mencionó aquel guerrero de cabellos castaños y ojos esmeralda al que se enfrentó.- Gracias.

- Ja, no crean que hicimos todo ésto por ustedes.- Dijo con una pequeña risa el general de Scyla.- Pero admito que fuiste un digno oponente, y por lo que veo, te has vuelto un excelente guerrero, caballero de Andrómeda.- Añadió, ofreciéndole su mano en señal de tregua.

Shun sonrió y aceptó aquel gesto.- Lamento lo que ocurrió en nuestra batalla.

Eo soltó una pequeña risa, negando con la cabeza.- Ya olvida eso. Ambos fuimos víctimas de las circunstancias.- Añadió el chileno, sentándose.

Conversaciones similares se daban entre el resto de marinas y santos que anteriormente se habían enfrentado, ya fuera admitiendo su derrota con honor, o brindandose respetos mutuamente.

Athena y Poseidón también mantenían una conversación, algo alejados de sus guerreros. Quedaban solo unos minutos para que las horas que Hades les había otorgado a los marinos con su último rastro de cosmos terminaran.

- Sinceramente, no esperaba volvernos a encontrar, y menos de esta forma, pero me alegra haber tenido al menos unos minutos para disculparme.- Suspiró Shun, sentándose al lado de Eo.

- Ey, está bien. No tienes porqué disculparte.- Sonrió Eo.- Solo cumplas tu deber, ambos lo hacíamos.

Shun sonrisa suavemente y asintió. Eo tenía razón, pero aún así le parecía admirable la determinación que el general marino demostró al llegar a sacrificar su vida con tal de cumplir su deber. En ese momento le pareció un hombre admirable, y ahora, que lo volvía a ver y se enteraba de que se había levantado para seguir a su dios y proteger a la humanidad, no había hecho más que confirmarlo.

- Ojalá tuviéramos la oportunidad de pasar más tiempo juntos.- Suspiró Shun.- Cómo camaradas, poder conocernos mejor... Quizás en otras circunstancias habríamos llegado a ser buenos amigos.

- Quizás.- Sonrió Eo.- Sea cómo sea, fue un honor haber cruzado camino contigo, Andrómeda.

- Igualmente, Eo de Scyla.- Le sonrió el peli-verde de vuelta.

Las diez horas habían terminado. Los generales marinos resucitados comenzaban a desvanecerse cuál niebla, era hora de volver al mundo de los muertos.

- Creo que el tiempo se terminó.- Mencionó Krishna.- Es hora de irnos. Los veo del otro lado.- Dijo, para después avanzar unos pasos y desaparecer por completo.

- Me hubiera gustado quedarme un rato más, pero en fin...- Rió Kaysa, para después seguir a su compañero.

- Adiós, Hyoga. Fue agradable volver a verte.- Le sonrió Isaac a su amigo.- Mi tiempo ya terminó, pero el tuyo aún no. Así que encárgate de dejar el nombre del maestro Camus en alto.

- Lo prometo, Isaac.- Respondió el ruso, manteniéndose firme, pero con un par de lágrima en los ojos.- Gracias por todo.

Isaac solo asintió y sonrió, para después dirigirse a Kiki.- Adiós, tapón de alberca.- Rió, despeinando el cabello del niño.- Veo que ya casi eres todo un hombre. No me decepciones y vuélvete un caballero muy fuerte.

- ¡Puedes estar seguro de eso!- Asintió el pequeño pelirojo con una sonrisa confiada.

Isaac sonrió y asintió, para después seguir el ejemplo de sus dos compañeros.

- Nos vemos, Pegaso.- Le Sonrió Baian al caballero que lo derrotó años atrás.- Espero que nos reencontremos en otra vida para tener la revancha.

- Esperaré ansioso, Hipocampo.- Sonrió Seiya.

Baian hizo un movimiento con su mano, para después seguir a sus compañeros.

- Sé que nada de lo que diga cambiará lo que pasó.- Suspiró Kanon, frente a Sorrento.- No espero que olvides todo y me tengas el mismo aprecio que a todos los demás, pero espero que al menos mi muerte te quite un peso de encima.

- No seas idiota.- Respondió el austriaco.- Después de todo esto, creo tu redención. Ve en paz, no quedan rencores de mi parte. Ustedes ya saldaron sus pecados con su muerte, yo seguiré saldando los míos.- Añadió.- Espero encontrarlos a todos de nuevo en otra vida.

- Gracias, Sorrento.- Suspiró el gemelo menor de Géminis, para después emprender el camino de los demás generales caídos.

Ya todos se habían ido, solo quedaba Eo.

- Nos vemos en otra vida, Andrómeda.- Le sonrió el peli-rosa.- Mientras te quede vida, sé fuerte, valiente, fiel a tí mismo, y sobretodo, no dejes de lado tu bondad. Eso es lo que te hace tan increíble.

Shun solo sonrió, y con un par de lágrimas traicioneras en los ojos, asintió.- Nos vemos, Scyla.

Y así, Shun vió al general marino desvanecerse frente a él. Fueron apenas unos minutos, pero unos muy significativos para él. Al menos había podido disculparse y expresar su respeto por aquel guerrero como era debido. Sin duda, deseaba reencontrarse con él en otra vida.

Flufftober 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora