Día 20: Disculpas

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Shipp: Marín x Shaina

Universo de Saint Seiya.// Headcanon

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La batalla por el control del Santuario había llegado a su fin, culminando con las muertes de más de la mitad de la orden dorada, la reivindicación del nombre de Aioros, la caída del traidor y el regreso al poder de Athena.

Para todos los santos que no perdieron la vida durante alguno de los enfrentamientos contra los cinco santos de bronce protectores de Athena, o durante la sangrienta batalla en las doce casas, fue un duro golpe descubrir la verdad, que habían sido engañados por un traidor para atentar contra la vida de su diosa y compañeros leales que nunca fueron los villanos, además de perder a varios compañeros.

Aioria, antes visto como "el hermano del traidor" y tratado casi como basura, pasó a ser "el hermano del héroe que salvó a Athena" y recibido disculpas de todos los santos sobrevivientes por los malos tratos hacia su persona.

Sin duda, era Aioria quién mayor atención había recibido, después de Saori claro, al ser reconocida por todos como Athena y recibida como tal.

Pero había una persona con quién Shaina se sentía en deuda, y no tendría paz mental hasta no arreglar las cosas con ella: Marín de águila.

Sabía que Marín estaría con las jóvenes aspirantes a santos femeninos, ayudándolas en su entrenamiento, cómo era habitual en ella, así que Shaina fue a buscarla, pero su orgullo le impedía simplemente ir y disculparse, así que se sumó a las prácticas, ayudando a las novatas, hasta que el entrenador terminó y todas se retiraron, dejando a solas a ambas santos femeninos.

- ¿Cómo te has sentido después de haber atravesado el jardín de Piscis sin alguna protección contra el veneno?- Preguntó la santo de Ofiuco, intentando sonar casual.

- Bien, no fue nada realmente.- Respondió la peliroja.- Gracias por haberme ayudado esa vez.

- Era lo menos que podía hacer en ese punto.- Murmuró la peli-verde.- Después de todo lo que tú y esos mocosos hicieron. Ya sabes... Proteger a Athena. Mientras a los demás nos vieron la cara de idiotas.

Marín se acercó a su compañera, tocándole el hombro.

- No fue tu culpa.- Dijo la caballero de águila.- Todos fueron víctimas de las circunstancias. Ninguno tenía malas intenciones realmente.

Shaina bajó la cabeza, sin responder nada por unos segundos, para después quitarse la máscara, dejando ver su rostro.

- Aún así...- Tuvo que tomar una profunda bocanada de aire antes de continuar.- Te ofrezco una disculpa.- Dijo finalmente con dificultad.

Marín no responde nada por unos segundos, pero después imitó la acción de su compañera, retirándose la máscara, mostrando su rostro.

- En ese caso, y si así estás tranquila, acepto tus disculpas.- Respondió la pelirroja, para después esbozar una pequeña sonrisa.- ¿Qué te parece si olvidamos todo ésto y empezamos de nuevo?. Soy Marín, santo femenino de plata, portadora de la armadura de águila.- Añadió, ofreciéndole su mano a la peli-verde.

- Shaina, santo femenino de plata, portadora de la armadura de Ofiuco.- Respondió Shaina con una leve sonrisa, correspondiendo aquel gesto de Marín.

- Es un placer conocerte.

- Igualmente.

Ambas intercambiaron una sonrisa, para después volver a colocarse las máscaras.

- Y, ¿qué te gusta hacer en tus tiempos libres, Shaina?- Preguntó Marín, siguiendo con aquella propuesta.

- No mucho realmente. A veces voy a la playa a caminar.- Respondió Ofiuco, siguiéndole el juego.

- Suena divertido, ¿te molesta si te acompaño?

- Para nada.- Dijo Shaina, sonriendo por debajo de la máscara.

Después de eso, ambas iniciaron su camino hacia la playa, hablando de varios temas al azar en todo el camino.

Quizás habían sido rivales y casi enemigas por varios años, pero ambas estaban dispuestas a pasar página y dejar esos episodios de sus vidas atrás. Quizás no sería fácil, pero ¿desde cuándo la vida de un santo de Athena lo es?

Flufftober 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora