Natural (Damian Wayne)

Parte 13: Metrópolis

Tn llegó a la escuela de Metrópolis sin mucho entusiasmo. Se sentó en un lugar vacío al fondo del salón y evitó hablar con cualquier persona.

-¿Nueva?- preguntó un chico rubio sentándose frente a ella.

-Ajá- respondió la chica sin hacerle mucho caso.

-Me llamo Ángel- dijo el chico con una cálida sonrisa.

-Qué bueno- respondió Tn con indiferencia.

-¿Tienes nombre, señorita misteriosa?- preguntó Ángel tras soltar una leve risa.

-Lamento ser yo la que te lo diga: todos tenemos nombre

-Pero me interesa saber el tuyo, no el de todos los demás- dijo el chico con amabilidad.

Tn quería estar sola, pero ese chico enserio era insistente... y también muy dulce (a su manera).

La chica no se sentía suficientemente preparada para seguir su vida como si sus demás experiencias no valieran nada, pero tampoco quería sentirse sola y triste durante toda su estadía en aquella ciudad.

-Tn- dijo la chica en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para que Ángel la escuchara.

En ese momento llegó el profesor y se puso a hablar de la clase, Tn agradecía que no la había pasado al frente a presentarse o algo así, pero las cosas no podían ser tan tranquilas como ella deseaba.

-Alumnos, casi olvido comentarles que tienen una compañera nueva- dijo señalando a Tn.

Todos se voltearon a verla, algo que la incomodó y fastidió a la vez.

-Ustedes la verán como una persona común y corriente, pero no lo es. Es sin duda una guerrera que ha pasado por situaciones difíciles últimamente: su madre murió, su padre no se hizo cargo de ella, dejó su ciudad natal y vino a adaptarse a un nuevo entorno... tiene más fortaleza que muchos de nosotros ¡Un aplauso!

Todos comenzaron a aplaudir con algo de confusión, no entendían la razón por la que su profesor había expuesto la situación de la pobre chica.

Tn se levantó molesta de su lugar y salió del salón azotando la puerta, sin interesarle que tenía clases pendientes aún. Se sentó en una banca del patio y miró con enojo el cielo de Metrópolis: era realmente más limpio y bello que en Gotham, pero no era el cielo que ella anhelaba ver.

Ella soltó un suspiro molesto sin tener las intenciones de volver a clase, mas una voz interrumpió su concentración.

-¿Estás bien?- preguntó el chico de hace un rato con preocupación.

-Qué profesor más idiota

-No es reconocido por su prudencia- comentó intentando hacer más ameno el ambiente.

Ángel era alegre, educado, amable, solidario y muchas otras cosas más... pero había un problema: no era Damian.

¿Por qué ella pensaba en eso ahora? ¿Por qué pensaba en ÉL ahora? No lo sabía y la ponía triste tener todos esos recuerdos nublando su juicio.

Ángel estuvo con ella todo el día, algo con lo que Tn intentó expresar su desacuerdo, mas el chico rubio no le prestaba atención a esos detalles.

En la tarde, la chica llegó a su casa con algo de melancolía. Extrañaba esas deterioradas calles de Gotham, así como extrañaba a Damian acompañándola a su casa, incluso extrañaba los noticieros que hablaban constantemente de las increíbles hazañas de la batifamilia. Metrópolis era un lugar tan pulcro y perfecto que le resultaba irritante a la vista. Ahora apreciaba los tonos grises que Gotham lucía con tanta naturalidad.

-Buenas tardes, Tn- dijo Clark con entusiasmo.

-Hola- respondió la chica con simpleza.

-¿Cómo te fue en la escuela?

-Bien

La chica entró a su nueva habitación y se tiró sobre la cama. No quería pasar ningún día más en aquel lugar.

No hacía nada en especial... hasta que unas preguntas un tanto tontas invadieron su mente: ¿Damian la recordaba? ¿La extrañaba tanto como ella a él?

Cuando volvió a tener noción del tiempo, ya era noche y decidió poner fin a aquellas preguntas. 

''Él tiene todo lo que quiere y necesita ¿por qué recordaría algo tan insignificante como una corta amistad? Suena trágico, pero la vida no es alegre''

Hola, personitas :D

Espero que hayan disfrutado el capítulo