Capitulo 02.

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Capitulo 02:

-Buenos días a todos. -saludé con una voz firme y clara-. Mi nombre es Tamara Greyson y estaré liderando esta reunión en representación de InterBanks, en lugar de la señorita Leen. Espero poder brindarles una presentación informativa y productiva.

Los ejecutivos se acomodaron en sus asientos, atentos a mis palabras. A medida que avanzaba con la presentación, sentía cómo los nervios se desvanecían y mi confianza crecía. Mis palabras fluían con facilidad, respaldadas por mi conocimiento y dedicación al proyecto.

Con cada diapositiva, cada punto estratégico expuesto, notaba cómo ganaba la atención y el respeto de los presentes. Los gestos de aprobación y los asentimientos confirmaban que estaba haciendo un buen trabajo. Estaba superando mis propias expectativas y demostrando que merecía estar allí, en ese imponente lugar rodeada de personas influyentes.

La reunión se desenvolvió sin contratiempos, y al finalizar, los ejecutivos expresaron su satisfacción y agradecimiento. El señor Stone se acercó a mí, con una sonrisa de aprobación en su rostro.

-Excelente trabajo, señorita Greyson -el señor Stone elogió-. Ha demostrado una habilidad sobresaliente para liderar y presentar. Estoy realmente impresionado. -Se puso de pie junto con los demás y, antes de salir de la sala, se detuvo frente a mí-. ¿Podría esperarme unos minutos? Me gustaría discutir algunos puntos con usted. Le diré al señor Hicks que la acompañe a mi oficina. -Terminó de hablar y asentí nerviosamente.

-Por supuesto, gracias señor Stone.- Agradecí humildemente sus palabras, sintiéndome orgullosa de haber superado el desafío. Me di cuenta de que era capaz de enfrentar cualquier situación, incluso aquellas que parecían abrumadoras al principio.

Recogí mis cosas y el señor Hicks me esperaba en la sala de juntas para llevarme a una oficina con grandes y llamativas puertas de metal. Entramos y descubrí que la oficina era aún más elegante y sofisticada, de gran tamaño y con una vista mejorada de la ciudad.

-Puede tomar asiento. El señor Stone estará con usted en unos minutos señorita Greyson.

-¡Gracias!

-¿Le gustaría algo de beber?

-Un vaso de agua, ¡por favor! -respondí tímidamente. El señor Hicks me entregó un vaso de cristal con agua y se retiró. Me bebí el agua de un sorbo, sintiéndome asfixiada, deseando salir de allí.

Era la primera vez que me sentía tan intimidada ante alguien. Dios, cualquiera que me conociera sabría que Tamara no se deja intimidar por nada ni nadie. Nunca tengo miedo de expresar lo que siento, pero esta vez me quedé sin palabras.

Minutos después, el señor Stone entró disculpándose por hacerme esperar. Se sentó frente a mí y me observó.

-Señorita Greyson, encontré su propuesta muy interesante. Sin embargo, debo verificar algunos detalles. Tengan en cuenta que tengo varias propuestas como la suya, así que revisaré con el señor Hicks las mejores opciones y me pondré en contacto con la financiera seleccionada. -Me explicó y asentí.

-Por supuesto, señor Stone. Esperamos que nuestra propuesta cumpla con sus expectativas y las de la empresa. Eso es todo lo que busca una empresa tan prestigiosa e increíble como la suya -dije con seguridad.

Su mirada volvió a posarse en mí como si me estuviera memorizando, como si estuviera viendo más allá de mi piel. Sentí cómo mi pulso se aceleraba. Creo que si no salgo de aquí pronto, voy a tener una taquicardia.

-Tengo una última pregunta, señorita Greyson. -murmuró, su voz se volvió más profunda e intensa.

Siento que voy a morir, mis rodillas comienzan a temblar, mis manos están sudorosas y mi pulso se acelera aún más.

Apoya sus codos sobre la mesa, llevando una mano a su barbilla. Su dedo índice acaricia su labio inferior con suavidad, como si de manera inconsciente buscara un gesto seductor. El movimiento lento y delicado añade un toque intrigante a su expresión, generando un halo de misterio en el ambiente. Sus ojos brillan con un brillo juguetón, dejando entrever una chispa de coquetería. Es una acción sutil pero cautivadora, que despierta curiosidad y deja una sensación de anticipación en el aire

-Dígame, señor Stone.

-Bueno, al principio usted no estaba prevista para asistir, sino la señorita Leen -levantó una ceja y me dedicó una leve sonrisa curiosa -. Entonces, ¿Que papel desempeña usted en InterBanks?

-Soy asesora financiera, pero actualmente me dedico al trabajo administrativo del departamento de contabilidad y finanzas. -respondí con una sonrisa.- Y siempre que ocurren situaciones como la de hoy, soy la empleada que se tiene en cuenta en ausencia de Elizabeth. Ella suele encargarse de las reuniones y de encontrarse con nuestros clientes.

-Impresionante -murmuró-. Creo que debería asumir un puesto mucho más alto, porque su desempeño hoy fue impresionante. Usted puede brillar y destacar entre la multitud de una manera incomparable, no solo por su propuesta, sino por la forma en que se desenvuelve. Me ha cautivado y ha despertado aún más mi interés por esta propuesta para mi futuro proyecto. Pero fue su manera de expresarse lo que cumplió todas mis expectativas. -admitió con una mirada profunda y oscura.

James Stone emanaba un aura de peligrosidad y misterio que lo envolvía.

El aire en la habitación parecía volverse más denso mientras nuestras miradas se mantenían fijas una en la otra. Sentí cómo mi corazón latía desbocado, como si estuviera a punto de salirse de mi pecho. La presencia imponente de James Stone y su voz profunda parecían envolverme, dejándome sin aliento.

Sin darme cuenta, mi labio inferior queda atrapado entre mis dientes, un gesto que solía repetir constantemente. La intensa mirada del señor Stone se centra en mis labios por un instante, antes de ascender hacia mis ojos.

Traté de mantener la compostura y respondí con voz firme.- Agradezco sus palabras, señor Stone. Es gratificante saber que mi desempeño ha sido apreciado. Estoy dispuesta a asumir mayores responsabilidades y desafíos.

Él sonrió de manera enigmática, como si estuviera evaluando cada una de mis palabras y acciones. Su perfecta mandíbula se tensó ligeramente mientras su mirada se mantenía fija en la mía. El ambiente estaba cargado de una energía magnética, como si estuviéramos en el centro de un torbellino de posibilidades.

-Agradezco su tiempo, señor Stone. No quiero quitarle más del mismo. Debo regresar a la empresa. -me pongo de pie, y él hace lo mismo, extendiendo su mano hacia mí. La tomo con ligera timidez, sintiendo cómo el calor sube a mis mejillas.

-Permítame acompañarla por favor. -dice decidido, y asiento tímidamente, sintiendo que mis mejillas se vuelven aún más rojas. Caminamos juntos por el lugar, dirigiéndonos hacia el ascensor. En ese breve trayecto, nuestras miradas se cruzan una vez más.

-Espero que nuestra propuesta sea de su agrado y que seamos seleccionados. Si no es así, le deseo el mayor de los éxitos, señor Stone. Ha sido un placer conocerlo. -le dedico una sonrisa, y él responde de la misma manera.

-Que tenga un buen día, señorita Greyson, y mucho éxito en su carrera. -expresa con una gran sonrisa, mientras las puertas del ascensor se abren y me apresuro a entrar, deseando salir de aquel lugar. James Stone coloca las manos en los bolsillos de su elegante pantalón de tela y me dedica una media sonrisa. Cuando las puertas del ascensor se cierran, cierro los ojos y tomo una profunda bocanada de aire. Ha sido una experiencia intensa, una que prometo no repetir jamás, aunque Elizabeth se encuentre enferma una vez más.

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MC | Sr.Stone (18+) María Del Mar  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora