Capitulo 04.

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Capítulo 04:
Una Noche de Aventuras

Por fin llegó el viernes, y continué con mis labores en InterBanks, sumergida en mi trabajo y dedicada a preparar las agendas para Alexander y dar seguimiento a las propuestas. Con determinación y enfoque, me adentré en cada tarea, asegurándome de cumplir con los estándares más altos de calidad.

Alexander me llama a su despacho y, sin entusiasmo, me levanto y camino hacia allí. Golpeo la puerta dos veces antes de entrar y me encuentro con Natalia, una de las tantas empleadas de la empresa, saliendo apresuradamente mientras arregla su cabello. No quiero ni siquiera imaginar lo que pudo haber estado sucediendo, pero mi aversión hacia este hombre es evidente, y Elizabeth parece ser incapaz de ver a través de sus mentiras.

-Greyson, pasa -dice Alexander, señalando la silla frente a su escritorio.

-Buenos días, Brown -respondo con frialdad. Alexander y yo nunca hemos logrado congeniar debido a su carácter y él es plenamente consciente de que lo sé.

-¿Cómo ha estado Elizabeth? -pregunta, mirándome fijamente.

-Está mejor, supongo. Pensé que usted deberías saberlo mejor que nadie, ¿no cree? -respondo con sarcasmo y hostilidad, arqueando una ceja.

Es un pendejo capullo.

-La verdad es que no. Te he llamado para discutir las tablas y gráficas de financiamiento. Han sido impresionantes desde el punto de vista estadístico, y quería hablar sobre cómo las has manejado hasta ahora -continúa hablando y explicando. Discutimos algunos puntos necesarios y, finalmente, salgo de su oficina.

El tiempo parecía desvanecerse rápidamente y, sin darme cuenta, la tarde llegó a su fin. Con un suspiro de satisfacción, concluí mi jornada laboral. Cerré mi portátil y recogí mis pertenencias, dejando mi escritorio ordenado y listo para el próximo día.

Al salir del edificio, experimenté un ligero alivio y una sensación de logro por haber completado todas mis tareas. Sabía que había dado lo mejor de mí y había cumplido con mis responsabilidades de manera impecable.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados. El aire fresco de la tarde acariciaba mi cabello azabache, despeinándolo suavemente. En ese momento, recibí una llamada de Liz, quien pasaría por mi apartamento para que nos preparáramos juntas. Subí a mi auto, lo encendí y me dirigí a mi apartamento, que se encontraba a escasos minutos de allí, en el centro de la ciudad. Al llegar, me quité los tacones y revisé la correspondencia que había llegado ese viernes. Caminé hacia el baño y me despojé de mi ropa de trabajo sumergiéndome en la ducha mientras el agua mojaba mi cabello. Las gotas acariciaban suavemente mis parados senos y mi abdomen. Me enjaboné y lavé mi cabello con un shampoo de vainilla, luego terminé y me envolví en una toalla blanca, secando mi cabello con el secador. Liz llegó y abrió la puerta junto con Logan, ya que la había dejado abierta para que pudieran entrar.

-¡Hemos llegado! -gritó Elizabeth mientras entraba al baño con una botella de vino, quitó el corcho y nos sirvió.

-Esto es absolutamente una locura. -continué riendo a carcajadas-. Luces deslumbrante, cariño. -afirmé, mientras la observaba. Vestida con un precioso vestido corto adornado con lentejuelas doradas y unos tacones del mismo tono que resaltaban su cabello castaño, lucía una combinación perfecta.

-La gripe ya se ha ido. -gritó Elizabeth felizmente.

-Hola, princesas -murmuró Logan esbozando una sonrisa.

Logan encendió la radio y comenzó a reproducir canciones de Sam Smith desde su celular. Bailamos y nos arreglamos al mismo tiempo, maquillándonos y arreglando nuestros cabellos.

-Esta noche demostraremos lo perras que podemos llegar a ser -gritó Logan, bebiendo directamente de la botella de vino mientras reíamos a carcajadas.

Esa noche nos preparamos para la aventura en el Secret Night Club. Logan nos entregó a Elizabeth y a mí antifaces intrigantes y llamativos, mientras se aseguraba de que estuviéramos listas para una noche llena de sorpresas. Aunque seguía un poco escéptica, decidí entregarme por completo a la experiencia y abrirme a la diversión que nos esperaba.

El Secret Night Club era conocido por ser un lugar vibrante, lujurioso y lleno de energía. Con ansias y emoción, nos dirigimos hacia allí, acompañadas por la música en el auto y las risas que llenaban el ambiente. Mientras conducíamos, el brillo de las luces de la ciudad entre la oscuridad de la noche reflejaba en nuestros rostros, aumentando nuestra anticipación.

Continuará...

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MC | Sr.Stone (18+) María Del Mar  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora