MC | Sr.Stone (18+) María Del Mar ©

Capitulo 17.

Capitulo 17:

Recojo mi cabello en una coleta alta para evitar mojarlo y me sumerjo rápidamente en la ducha. Después de unos quince minutos, salgo y me pongo una lencería roja de encaje. Suelto mi cabello y lo retoco un poco. Me maquillo de manera natural y rápida, enfatizando mis labios con un poco de color. Me dirijo al armario y elijo un vestido negro corto en satén, que viene con una bufanda negra para llevar alrededor de mi cuello. El vestido es elegante y se ajusta a la perfección. Me pongo unos tacones beige con suela roja y me coloco un lazo negro en el cabello, recogiéndolo a la mitad y dejando la parte inferior suelta. Me rocío con mi colonia favorita de vainilla y justo a tiempo, escucho que mi celular suena con un mensaje de Marcus .

Marcus:
"Estoy aquí. Subiría a buscarte, pero no sé en qué piso estás."

Miro por la ventana del edificio y veo su camioneta abajo en la entrada. Le indico por mensaje mi piso y el número de apartamento. Terminé de arreglarme y al cabo de unos minutos, escucho golpes en la puerta. Sonrío y me dirijo hacia allí. Al abrir, veo a Marcus parado frente a mí, luciendo elegante con una camisa de botones negra, mangas dobladas hasta los codos, jeans oscuros y su cabello perfectamente peinado.

-Hola.- murmura, mirándome con brillo en sus ojos. -¡Estás hermosa!-agrega con una sonrisa en los labios.

-Hola.- susurro suavemente y sonrío. -Tú también luces impresionante.

Él me extiende un ramo de rosas rojas.

-Las he comprado para ti.- explica. Las tomo y las admiro.

-Son hermosas, gracias.-digo mientras las coloco en un jarrón con agua. Salimos de mi apartamento y nos dirigimos al teatro del centro de la ciudad, donde se llevará a cabo el concierto de jazz.

Al entrar al teatro, somos recibidos por una atmósfera íntima y elegante. Las luces tenues resaltan la belleza del lugar y nos conducen hacia nuestros asientos en primera fila. Mientras nos acomodamos, siento la cercanía de Marcus y la electricidad que fluye entre nosotros. Nuestros ojos se encuentran en un instante de complicidad y emoción compartida.

El escenario se ilumina y la banda de jazz comienza a tocar. El sonido de los instrumentos se fusiona en una armonía cautivadora que llena el teatro.

El concierto continúa y nos sumergimos en la música, disfrutando de cada nota y cada melodía. Pero lo más importante, disfrutamos de la presencia mutua y la conexión que se ha fortalecido en esta noche mágica.

Salimos del teatro, aún envueltos en la atmósfera mágica del concierto de jazz. Las notas resonaban en nuestros oídos y nuestros corazones latían al compás de la música. La noche estaba estrellada y la ciudad se extendía ante nosotros, llena de vida y posibilidades.

-Fue simplemente increíble -digo con una sonrisa, y Marcus asiente.

-¿De verdad te gustó? -pregunta con dudas.

-Por supuesto, fue increíble. Nunca había estado en uno antes y creo que ha sido una experiencia increíble -caminamos hacia su auto y abre la puerta. Antes de que pueda entrar, nos detenemos frente a frente en silencio, admirándonos.

Hago una pausa y me volteo hacia él, encontrándome con sus ojos avellana intensos. En ese momento, el tiempo parece detenerse y todo a nuestro alrededor desaparece. Sus labios se acercan lentamente a los míos, como si el universo conspirara para que este momento sea perfecto.

Cierro los ojos y siento su aliento cálido rozar mi piel, haciéndome estremecer de anticipación. Nuestros labios se encuentran en un beso tierno y delicado, lleno de ternura. Siento su mano en mi mejilla, acariciándola suavemente mientras nuestros labios se mueven en una danza lenta y apasionada.

Nos separamos suavemente y veo una expresión de vergüenza en el rostro de Marcus.

-Lo siento, fue un impulso -intenta disculparse.

-No te preocupes -murmuro con una sonrisa.

[**]