Capitulo 12.

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Capitulo 12:

-Aquí están los documentos, señor Stone -dije con voz firme, extendiendo la carpeta hacia él.

James se giró hacia mí, apartando la mirada de la vista panorámica. Sus ojos me encontraron y su ceño se suavizó.

-Gracias, señorita Greyson. Aprecio su diligencia. -agradeció, tomando la carpeta de mis manos. Sus dedos rozaron los míos de manera fugaz, provocando una leve corriente eléctrica que recorrió mi piel.

El contacto fue breve, pero suficiente para hacer que mi pulso se acelerara. Me obligué a mantener la compostura y recordé que estábamos en un entorno profesional.

-Ha sido un placer ayudar en este proyecto, señor Stone. Espero que los documentos sean de su agrado y cumplan con sus expectativas. -respondí con voz segura, manteniendo mi mirada en la suya.

-¿Trabajo hasta tan tarde solo porque se lo pedí? -me pregunta, su mirada se posa en el desorden de la sala entre papeles y mi portátil. Asiento en respuesta, pues era más que obvio, ¿no?

Abre la carpeta y observa el archivo por encima, pero luego se detiene y comienza a leer detenidamente. Necesito que se vaya, o juro que no podré respirar más. Los nervios me consumen y no sé cómo puede hacerme sentir así.

Juro que mataré a Elizabeth por haberle dado mi dirección.

James lee los documentos sin mostrar ninguna expresión, parece que apenas respira. ¿Y si no le gusto? ¿Y si me faltó algo? ¿Debí perfeccionarlo más?

-¿Hizo todo esto en...? -observa el reloj dorado que lleva en su muñeca.- ¿seis horas? -arquea una ceja y me mira.

Joder, la forma en que esos profundos ojos verdes me estudian en busca de cualquier reacción me deja emocionada y ansiosa por una salida, pero recuerdo que estoy en mi apartamento y no puedo simplemente salir corriendo.

-Sí, señor Stone. -contesto casi en un hilo de voz, seguramente mis mejillas están rojas.

-Creo que debería darle un vistazo. -murmura, entregándome la carpeta, y quiero morir de vergüenza. Sabía que lo hice mal, pensé que lo tenía bajo control. Inmediatamente, mi rostro se muestra decepcionado.

Coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, tomó la carpeta y la observo detenidamente intentando ver lo que él quiere que vea.

-Es perfecto. -murmura, y enseguida lo miro y frunzo el ceño. ¿Acaso quiere que me dé un paro cardiaco?- Colocó exactamente todo lo que le pedí, e incluso más. Eso significa que no solo hizo un buen trabajo en seis horas, sino que hizo un trabajo excepcional. Cumplió mis expectativas y más, porque no solo incluyó los puntos importantes que le mencioné, sino que también añadió lo que quizás se me escapó, es usted muy atenta señorita Greyson. -vuelve a decir, y quiero morir. ¿Primero casi me mata y ahora me halaga?

Mi mirada se posa en la suya, Inconscientemente, vuelvo a morder mi labio inferior y mis torpes dedos juegan con la carpeta. Estoy al borde de los nervios. Me mira fijamente y separo mis labios para decir algo, pero no me salen las palabras. No puedo concentrarme con su mirada clavada en mí, cómo me examina, siento que puede ver más a través de mis ojos, todo eso que no quiero que nadie vea. ¿Cómo es que logra hacer eso?

-Ahora que tiene todo listo, necesito que envíe todo eso a los correos electrónicos que le proporcioné. No es necesario que me lo lleve personalmente. -explica, y no puedo evitar fruncir el ceño.

¿Me está tomando el pelo?

-Pero pensé que usted vino a buscarlo porque lo necesitaba. -intento hablar, pero él me interrumpe.

-Solo pongo a prueba a mis empleados y los que trabajaran para mi. Me gusta asegurarme que comprendan claramente lo que quiero y cuándo lo quiero.- dice con autoridad y arrogancia.- Me lo llevaré porque ya he venido hasta aquí. Ahora que tiene todo listo, ¿está preparada para dar esa presentación, viernes, a todos mis inversionistas? -pregunta con un tono de arrogancia en su voz.

⋘Por favor avísale a tu rostro que estás siendo arrogante.

-Por supuesto, señor Stone -contesto con frialdad, deseando mandarlo al infierno.

Su celular comienza a sonar, lo observa y lo pone en silencio.

-Debo irme. -me quita la carpeta de las manos y se acerca a la salida-Que tenga buenas noches, señorita Greyson -es lo último que dice antes de irse.

-Usted igual, señor Stone -cierro la puerta furiosa-. ¿Quién se cree este magnate de mierda?

Con la adrenalina aún corriendo por mis venas, camino de un lado a otro en mi apartamento, frustrada por la actitud arrogante de James Stone. ¿Cómo se atreve a tratar a las personas de esa manera? Es evidente que el poder y el dinero no le han enseñado modales ni humildad.

Salgo de mi apartamento y camino hasta el de Elizabeth, que se encuentra en el segundo piso, justo debajo del mío. Mientras me acerco a su puerta, noto una pegatina con una carita feliz en ella. Frunzo el ceño, preguntándome quién podría estar visitándola a esta hora.

Elizabeth, Logan y yo tenemos un acuerdo especial. Hemos creado un truco para indicar cuando estamos ocupados con una "visita inesperada o muy esperada". Consiste en colocar una pegatina de carita feliz sobre la puerta, y solo nosotros conocemos su significado.

Decido no interferir en su privacidad y darle su espacio. Pongo los ojos en blanco, resignada, y me dirijo de regreso a mi apartamento.

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MC | Sr.Stone (18+) María Del Mar  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora