Capitulo 13.

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Capítulo 13:

Es jueves, me encuentro en mi oficina, organizándome y finalizando las tablas de contabilidad de las últimas semanas de InterBank, mientras transfiero llamadas a los departamentos correspondientes. Entra Elizabeth en mi oficina con una taza de café de Starbucks y un desayuno, luciendo una sonrisa que dice "lo siento, metí la pata".

-No creas que esto compensará el hecho de que hayas enviado al magnate arrogante a mi apartamento sin avisarme. -me apresuro a decir sin mirarla-Pero gracias. -añado una vez que ella coloca las cosas sobre mi escritorio.

-Lo siento, sé que debí avisarte, pero recibí una visita inesperada y no tuve el tiempo. -dice mordiéndose el labio.

Dejo de escribir en la computadora y la miro.

-Por cierto, ¿quién fue tu visita inesperada? -pregunto arqueando una ceja.

-Alexander -murmura, sabiendo que me ganará la regañina.

-¿En serio, Liz? -bufo, mirándola con reproche.

-Fue a explicarme por qué desapareció y no respondía mis mensajes. Su esposa estaba de vacaciones en casa, era imposible que me contestara. -trata de explicarse.

-No me debes ninguna explicación. Sabes que si me preocupo es porque te adoro y quiero lo mejor para ti. Alexander no te conviene. -trato de aconsejarla.

-Me ha dicho que ya solicitó los papeles del divorcio, solo que debo tener paciencia por... -antes de que continúe, la interrumpo.

-¿Por las niñas? -pongo los ojos en blanco-. Liz, todos los hombres casados con supuestos problemas usan la misma excusa.

-Alexander es diferente. -intentando defenderlo-. Dejemos de hablar de mí. Cuéntame sobre el señor Stone.

-Es un dolor de cabeza, arrogante, prepotente, idiota. No puedo creer que le hayas dado mi dirección.

-Entonces están completamente en lo cierto. -responde Elizabeth con una sonrisa juguetona.- ¡Ellos tenían razón!

-¿A quién te refieres con "ellos"? -pregunto, intrigada por su comentario.

-Aquellos que dicen que nadie puede soportar trabajar con el señor Stone debido a la presión. -aclara Elizabeth, arqueando las cejas divertidamente-. Pero creo que eso será entretenido para ti.

Me inclino hacia adelante, interesada en lo que está insinuando.

-¿A qué te refieres con "divertido para mí"?

Ella suelta una risita y se cruza de brazos.

-Digo que tienes un espíritu resiliente y una habilidad para manejar situaciones desafiantes. Creo que podrías sorprenderte a ti misma al trabajar junto al señor Stone.

Le doy una mirada juguetona y me echo a reír.

-Oh, vaya, ¿así que me espera una montaña rusa emocional con el señor Stone? Bueno, al menos no será aburrido, ¿verdad? Me imagino corriendo de un lado a otro, tratando de satisfacer sus exigencias mientras intento no perder la cordura por su arrogancia. Será como una película de comedia, pero con menos palomitas de maíz.

Elizabeth se ríe y asiente.

-Exactamente, Tam. Solo espero que no termine en una escena de película de terror, con nosotros huyendo despavoridas del señor Stone mientras nos persigue con un informe en la mano.

Nos imaginamos la situación y estallamos en risas, dejando escapar todo el estrés acumulado.

-¡Por favor, que eso no suceda nunca! No estoy lista para una carrera de obstáculos con mi jefe/cliente como protagonista. Prefiero los desafíos del trabajo, pero sin la adrenalina de escapar de un magnate furioso -comento entre risas.

MC | Sr.Stone (18+) María Del Mar  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora