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Me sobresalté cuando Sunoo apoyo su mano en mi muslo, levante mi cabeza y lo mire, nos quedamos viendo a los ojos durante unos largos segundos, cuando note que el mayor se acercaba a mi sentía que mi sangre hervía, lleve mi mirada hacía su blanco cuello, lamí mis labios, el olor de su sangre se estaba apoderando no solo de mis fosas nasales, también se estaba apoderando de mi. Mire de nuevo a Sunoo y en su mirada note que estaba listo, que no le importaba, cerré mis ojos con fuerza y deje que después de mucho tiempo mi instinto ganase, agarre a Sunoo por las muñecas y lo acosté en la cama quedando yo encima, el mayor sonrió y movió su cabeza hacia un lado para mostrar su cuello, lamí mis labios y me acerque poco a poco a el, cuando estuve a punto de morderlo el mayor comenzo a toser y cada vez más fuerte, en ese momento tuve un deja vu de cuando lo vi por primera vez, lo perseguí hasta tenerlo debajo de mi y Sunoo casi se ahoga desmayandose en el momento, no podía permitir que volviera a pasar eso. Cuando lo vi en ese estado salí de encima suyo y comencé a buscar su inhalador por toda la habitación pero nada, no lo encontraba.

-¿¡Donde esta tu inhalador!? -pregunte desesperado.

-Esta en...Mi casa -puso sus manos en su pecho intentando controlar su respiración- No dará tiempo...-mire al mayor- Supongo que...-tos- Llego mi momento, me reuniré con mis padres

-No, no, no, ¡No voy a permitir eso! ¡Me prometí cuidarte y protegerte de todo! -me acerque a el y lo agarre de las mejillas.

-Lo único que me ayudaría es mi inhalador, no nos dará tiempo, aparte, Minho nos dejo bien claro que no podemos salir de...aquí -se dejo caer poco a poco en la cama.

-¡No! Vamos -cargue al mayor como una princesa y fui hacía la ventana, la abrí y volee alto.

Iba lo más rápido que podía mientras Sunoo seguía intentando controlar su respiración. Faltaban algunos kilómetros para llegar a casa del mayor pero este no aguanto más y a la fuerza se soltó de mi haciendo que cayera, mis ojos se abrieron como platos al ver lo que hizo así que descendí rápido, alcance a Sunoo justo antes de que chocara con el suelo, ambos caímos en medio de un parque en donde nunca había estado, agarre la cabeza de Sunoo y la apoye en mis piernas, el mayor seguía tosiendo y cada vez era más fuerte.

-Te dije que no nos daría tiempo -puso su mano en su pecho- ¿Sabes? Desde que me secuestraron supe que pronto pasaría esto, llevaba demasiado tiempo sin inhalar y básicamente eso me da la vida

-¿Por que no me lo dijiste antes? Podríamos haber agarrado tu inhalador y ahora estarías bien, ¿¡Por que no lo dijiste!? -golpee en suelo con todas mis fuerzas.

-En lo único que podía pensar en esos momentos era en ti -lo mire sorprendido al escuchar eso.

-Sunoo...Aun puedo salvarte, pero eso hará que tu vida cambie por completo -espere a que el mayor terminase de toser para que hablase.

-¿Que es?

Di un largo suspiro y acomodé al mayor en mis piernas, lo tome del mentón y moví un poco su cabeza, observe al mayor durante unos segundos antes de terminar la distancia que me separaba de el mordiendo su cuello, comencé a beber de su sangre pero con control, no quería matarlo, eso es lo que menos quería, cuando estuve satisfecho me aleje lamiendo la mordida antes de ver a Sunoo, el cual se quedó dormido pero la tos termino, suspire y lo cargue para ir de nuevo al edificio. Al llegar acosté al mayor en la cama y salí de la habitación.

-Jay, Jay -repetia un y otra vez mientras movía al mayor para que se despertara- ¡Jay!

-¡Ahh! ¿Que? ¿Que? -se sentó y me miro- ¿Que quieres?

-Me habéis despertado par de idiotas -dijo Heeseung mientras se sobaba los ojos.

-Creo que hice algo malo...-ambos vampiros me miraron confusos- Mordí a Sunoo

Mi única esperanza de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora