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Abrí mis ojos de golpe y me senté en la cama, busque con la mirada si estaba él pero al no ver nada decidí levantarme de la cama y buscar en la habitación. Al no encontrar ningún rastro de él; me senté nuevamente en la cama mientras recordaba el desorden que ocasionó.

Mil veces idiota eres - me dije a mi misma - Una idiota

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No prestaba atención a mi alrededor, lo único que estaba en mi cabeza eran en sus ojos cafés. Esos ojos que hace tiempo decía que eran lo más hermoso del mundo; miles de recuerdos aparecieron en mi mente.

Miho.- ¿Señora? - preguntó y seguía sin prestar atención

Su sonrisa, la forma que siempre me miraba cuando llegaba del departamento, sus caricias, la forma de hablarle tan dulce y cuidadoso. Los recuerdos son amargos, siempre me cuidaba cada vez que salía con mis amigas, las veces que dejaba aún lado su trabajo los fines de semana para pasar tiempo juntos.

Idiota - dije en voz alta 

Miho.- ¿Yo? - se apunto así mismo

Al reaccionar miré que las personas dentro me miraban confundidos. Me levanté de la silla y caminé a la puerta sin prestarle atención a los demás; al salir del departamento tomé el elevador y apreté el botón donde esta el último piso y es la terraza del edificio.

Al estar en la terraza, miré la ciudad y todo es diferente a Corea.

Parezco una niña - suspiré cansada - Una niña tonta

No lo eres - fue una voz masculina detrás mío 

Al girar pude ver a Ian caminar a mi lentamente.

¿Qué haces aquí? - pregunté 

Ian.- En al forma que se fue nos preocupo - respondió tranquilo 

Lo siento - me disculpe - Pero muchas cosas aparecieron en mi cabeza

Ian.- ¿Su pasado? - se acercó a mi y se recargó en el barandal mientras que lo miraba - Por su expresión debo estar en lo cierto

¿Porqué a veces tienes la razón? - desvié mi mirada 

Ian.- Mi madre decía lo mismo - rio un poco - ¿Sabes algo? Es bueno hablar de lo que te atormenta o te hace daño - miró la ciudad con tranquilidad - El guardarse tantas cosas te hace daño que en algún momento explota de la peor manera

Lo miré por unos segundos aún escuchando sus palabras.

Antes de meterme a esto tenía una vida - hablé - Una vida en pocas palabras tranquila hasta que conocí a un hombre

Me miró de reojo y escuchó.

Cuando lo conocí pensé que era un hombre de negocios amante de su profesión - dije - Nos fuimos conociendo hasta que me pidió ser su novia, acepté pero después me enteré que el es parte de la mafia y cambió mi vida

Ian.- ¿Es Park Jimin? - preguntó y asentí - Lo sabía 

¿Porqué lo dices? - le pregunté 

Ian.- El día del compromiso de la señora Nayeon y el señor Felix pude ver la forma en como la miraba y pensaba que ustedes dos tenían algo que ver - me dijo

Mi infancia fue dura - dije - Mi madre la asesinaron por un grupo mafioso y mi padre se suicido y yo estuve en un orfanato por años hasta que pude cumplir la mayoría de edad y saqué una beca para estudiar - los recuerdos comenzaron - Cuando Jimin me dijo que era mafioso el miedo de repetir la misma historia de cuando era niña me atormentaba, lo quería pero a la vez tenía miedo.... miedo de perderlo y no mi vida

Él seguía escuchando mis palabras mientras que yo apretaba con fuerza.

Ellos se olvidaron de mí.... - hablé secamente - Las personas que realmente quería se olvidaron de mi y me reemplazaron

Ian.- ¿Porqué estás tan segura de eso? - alzó una de sus cejas - ¿No has escuchado su versión?

No hay necesidad de eso - respondí - Si me quisieran me hubieran buscado en ese bosque pero no lo hicieron y estaba entre la vida y la muerte

El odió comenzaba y dolía a la vez...



Amore 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora