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Las miradas están puestas sobre mi en estos momentos, la policía murmuraba entre ellos mientras pasaba cerca de ellos. No dije nada solo seguí al oficial que tengo en frente mío.

Al llegar a la cámara de gesell, uno de los oficiales me empujó bruscamente y entré. Había una mesa y dos sillas de madera, antes que hiciera el primer movimiento, tomé asiento. Pude verme a mi misma, mi reflejo, vi mi labio pero no me dio importancia.

La puerta se abrió y pude ver a Dong- Wook entrar, se acercó a la silla y tomó asiento.

Dong- Wook.- No pienso ser el policía bueno en este momento - habló 

¿Quién dijo que lo necesitaba? - levanté una de mis cejas

Dong- Wook.- Tienes cargos de tráfico de drogas, posesión de armas, ser líder de un crimen organizado - me miró - Y otros cargos más que llevarás años en la cárcel 

Ambos nos miramos fijamente.

Quiero un abogado - dije 

Dong- Wook.- Por ley tienes ese derecho - se levantó - Pero si yo fuera el juez no te lo permitiría 

Lastima que no eres el juez - hablé tranquila - ¿Dónde esta?

Dong- Wook.- ¿Tu novio? - alzó una de sus cejas - Será interrogado más tardé

¿Felix? - volví a preguntar 

Dong- Wook.- Haces demasiadas preguntas - rodó sus ojos - También esta aquí 

Me sentí un poco tranquila, ambos están aquí aunque la preocupación no se iba, conociendo a Taecyeon se que buscará la manera de salir de este lugar al igual que Felix. 

Dong- Wook.- Ninguno de ustedes podrá salir de aquí - se cruzó de brazos - Se lo que piensas 

¿Qué otra cosa quieres que responda? - pregunté sin darle importancia 

Dong- Wook.- ¿Dónde esta tu cargamento? - preguntó 

Tu mismo me conoces - sonreí de lado - Ya sabes la respuesta 

Se puso de pie y abrió la puerta.

Dong- Wook.- Llévenla a su celda - ordenó - Preparen a Ok- Taecyeon

Los oficiales asintieron sus cabezas y fueron por mi, dos de ellos tomaron de mis brazos y me hicieron levantarme de manera brusca; salimos de la cámara de Gesell y me llevaron a mi celda. Pude ver a Taceyeon y a Felix, también ellos están esposados y luces lastimados, no fui la única que lastimaron antes de entrar al reclusorio. 

Pasé cerca de ellos y los dos me miraron, no los miré y miré al frente. Personal administrativo se sorprendieron de ver una mujer, rodé mis ojos y unos metros más subimos unas escaleras; me empujaron bruscamente y esos oficiales sonrieron divertidos.

Idiotas


Se fueron y me dejaron sola. Por el tiempo ya pasaron veinticuatro horas, ellos ya debieron llegar a Finlandia, un peso menos, suspiré pesadamente, ahora es cuestión de esperar, se que Ian acató a mis ordenes y las llevará al pie de la letra junto con Alex y Federic.

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Abrí mis ojos una vez que escuché la celda abrirse, me senté y los mismos idiotas aparecieron y me tomaron de los brazos. Bajamos las escaleras, caminé sin saber a donde me llevan pero no paso media hora cuando abrieron una puerta y me obligaron a sentarme.

Vi a un hombre de traje color gris, por su aspecto se que es un hombre de Olavi, pero sabe disimular su apariencia. Los oficiales salieron, dejo su maletín sobre la mesa.

Elias - me dijo su nombre - Vengo a representación como su abogado 

Olavi te mando - hablé tranquila 

Elias.- Es correcto - asintió levemente - Seré directo quieren extraditarte 

¿Qué país? - alcé una de mis cejas

Elias.- Varios países te quieren - respondió - En especial Colombia

Ni siquiera soy de ahí - reí levemente - Y me quieren extraditar 

Elias.- Tengo dos días para hacer un amparo y no te extraditen - habló serio - Dos jueces llevarán tu caso 

¿Y los otros dos? - le pregunté

Elias.- No tengo el conocimiento de ellos - negó su cabeza - El señor Olavi quiere agilizar el proceso 

Hizo un leve movimiento con sus ojos y solo lo miré fijamente.

Elias.- Tengo solo veinte segundos - me dijo - ¿Qué tienes en mente?

Tu sigue con el proceso - respondí - Ya tengo un plan antes de mi captura 

Elias.- ¿Qué necesitas? - volvió a preguntarme 

Saliendo conocerás a unas personas y te dirán que hacer - dije - Por ahora solo sigue haciendo tu trabajo como abogado y cuando veas la señal desapareces 

Asintió su cabeza, continuamos con la mentira de seguir hablando sobre mi proceso y se tuvo que retirar para poder hacer su trabajo. El día ha sido fastidiado y molesto, tener que dar declaraciones, fotografías y la prensa no se mueve del reclusorio. 

Volví a mi celda y por lo que me dijo Elias me trasladaron a otro reclusorio de mujeres, en todo el camino fue tranquilo, los militares nos acompañaron. Al llegar al reclusorio, tomaron mis huellas y mis datos.

Después me llevaron a mi celda por la hora, oscureció y en mi celda nada más estoy yo. No se que hora es pero mi mente estaba en otro lado, pero el ruido de unas llaves lograron captar mi atención. 

Dirigí mi mirada y una sonrisa apareció en mi rostro.

Por fin - hablé



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