Prologo

202 5 2
                                    


- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos-
William Shakespeare

Hace 3 años

El fuego de la de la chimenea era la única luz que se alcanzaba a distinguir en aquella oscura y fría habitación, de pronto, la puerta se abrió de golpe rompiendo el silencio de la misma, entonces un hombre gravemente herido cruzó el umbral de la puerta, sus piernas temblaban y perdían fuerza rápidamente, de la manera que pudo llegó hasta la silla que se encontraba detrás del enorme escritorio de madera, en cuanto sintió que se acercó lo suficiente se dejó caer sobre la misma, la herida de su abdomen ardía, quemaba, sangraba muy rápidamente y sobre todo lo lastimaba,  con una mano intenta detener el sangrado, mientras que con la otra intentaba servirse de manera muy torpe un vaso de whisky, en cuanto lo logró se lo tomó de un solo trago sintiendo el dulce pero a la vez amargo sabor del licor recorrer su seca garganta.

Se recargó en la silla y levantó la cabeza para observar el blanco techo que lo rodeaba, él sentía cómo empezaba a desvanecerse, sabía qué tal vez este había sido su último trago, que no habría más, pero a pesar de todo lo ocurrió esta noche, a pesar de estar a punto de morir y de la herida que no dejaba de sangrar no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera ese aroma, ......ese maldito y dulce aroma tan embriagador ......

¿que era? ¿Jazmín tal vez?se decía así mismo, pero lo más importante, lo que más se preguntaba era — ¿de QUIEN era? ¿por que no podía dejar de pensar en él? 

Recordaba muy bien que alguien había intentado ayudarlo, pero lo que no podía recordar era su cara o su voz, solo recordaba su aroma.

Fue entonces que sintió que su cuerpo no podía más, todo se fue nublando, la vista se volvía cada vez más borrosa, la habitación se volvía aun mas oscura, empezó a escuchar voces muy lejanas pero no le importo, él solo quería descansar, solo quería cerrar los ojos un momento, solo quería dejarse llevar por el recuerdo de ese dulce aroma.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora