Mi destino

Parte 4

Entramos en el gran salón donde se encontraban cientos de personas a las cuales claramente no conocía pero aparentemente Jungkook si, se acercaban y nos felicitaban por nuestro compromiso, alguno otros le preguntaban a mi prometido sobre su vida en París y este les respondía alegremente, la verdad es que ver a tanta gente desconocida felicitarnos me hacía sentir un poco abrumado, lo bueno es que tenia de mi lado a la única persona en este mundo a la cual necesitaba y eso me hacía sentir menos fuera de lugar.

Cuando terminamos de hablar con una gran cantidad de personas comenzamos a caminar a donde se encontraban los que serían mis futuros suegros.

— Ya me habías platicado que tú familia era importante pero no creí que conocieras a tanta gente—

—No los conozco— dijo despreocupado el joven alfa.

— ¿Como? ¿No sabes quienes son? Pero pláticas tan fácilmente con todos, y todos parecen conocerte muy bien—

El mayor tomo un gran suspiro.

— Amor, tristemente estas fiestas son eventos que se convierten en negocios, no tengo idea de quienes sean estas personas solo se que están aquí para quedar bien con mi familia, es por eso que esperaba algo más pequeño pero mi mamá insistió, y la verdad es que en estas situaciones es mejor no llevarle la contra, en ocasiones prefiero poner un poco de mi parte en todo esto sobre todo por ella— el menor seguía sin entender muy bien a qué se refería y es que su prometido le había dicho que su familia era inversionista pero no creía que en realidad fueran tan importantes.

Seguía pensando un poco en la platica que se me olvidó que estaba a unos pasos de conocer a mi nueva familia política entonces nos acercamos a los que parecían ser los padre de Jungkook, su hermano y a una joven que parecía ser la pareja de este último, al parecer tenía que empezar a ponerme al corriente de quien era quien.

—Madre— dice el joven alfa abrazándola de una forma muy cariñosa y es que mi novio ya me había dicho que extrañaba el dulce aroma a rosas de su madre.

—Tesoro te he extrañado tanto, pensé que nunca regresarías de nuevo a casa— dijo la hermosa omega de piel aperlada.

—Creo que estás siendo un poco dramática—

—Claro que no, tenías tanto fuera que pensé que la vida occidental te había engatusado con sus inadecuadas costumbres—el joven pelinegro soltó una risa por lo teatral que podría llegar a ser su madre, después dirigió su mirada a su padre.

—Tanto sin vernos padre—hablando en un tono mucho mas formal.

—Espero que esta no sea solo una visita social y por fin decidas regresar con nosotros— dijo el mayor de los alfas de una manera bastante cortante y dándole un sorbo a su copa restándole importancia a la platica, note que el comentario ocasionó cierta molestia en Jungkook, pero al parecer este prefirió omitirlo dirigiéndose mejor al otro alfa ahí presente.

—Hermano— dijo el menor al otro alfa que se encontraba a su lado, este simplemente asintió con la cabeza en forma de saludo sin decir ninguna palabra, fue entonces que comencé a pensar que tal vez no eran la familia más cariñosa que existía.

—Bueno pero pasemos a lo verdaderamente importante— dice el menor de los alfas  intentando mejorar el ambiente y dirigiéndose al joven rubio.

— Les presento a mi prometido —

Fue entonces que todas las miradas se fijaron sobre el tierno y joven omega frente a ellos el cual se veía completamente apenado y es que Jimin era un joven bastante tímido fuera del escenario y sentir tantas miradas sobre él de la nada lo hacía sentir muy incómodo, pero la verdad es que también era inevitable, el joven omega tenía una cara angelical, con las más tiernas mejillas que alguien pudiera haber visto antes, sus labios eran abultados y de un bello tono rosado, y su cuerpo entallado en los lugares precisos, todo aquello era hipnotizante y es por esto que era ineludible no verlo.