Parte 5

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El pelinegro entro y prendió las luces de su gran apartamento, se quitó el saco y lo aventó sobre el sillón, y de una manera casi desesperada tomó el nudo de su corbata y se la se quitó de un tirón como si la misma lo estuviera asfixiando, camino hacia gran barra de madera que se encontraba al fondo de la sala se sirvió un vaso de Whisky y lo tomó en un segundo.

No podía ser, él era el dueño de ese aroma que me volvió loco por años ¿Ese rubio omega?, ¿El ahora prometido de mi hermano?, no, no, eso era posible.

El pelinegro tomó el vaso y lo aventó hacia la pared escuchándose el ruido del cristal al caer sobre el suelo, se sentó sobre el sillón, cerró los ojos y suspiro profundamente. No podía, en realidad no podía ser posible ¿En verdad era el dueño de ese aroma que lo obsesiono por tanto tiempo?.

Yoongi estaba exhausto, había pasado toda la noche intentando calmar a su lobo el cual no dejaba de gruñir a lo bajo intentando acercarse al prometido de su hermano, y es que su lobo jamás se había comportado de esa manera, se moría por acercarse al joven tomarlo de su pequeña cintura enfrente de todos y simplemente olfatear ese dulce y exquisito aroma.

Desde el momento en que entró al salón el alfa no pudo evitar posar su mirada sobre el dulce omega, la manera tan sensual en que movía su caderas, la manera en que esos abultados y cautivadores labios se movían mientras hablaba, sus ojos de color miel los cuales no podía sacar de su cabeza, la manera en que se ruborizaba ante cualquier pequeño cumplido; entonces lo recordó, el comentario de su hermano al decir que su cuerpo era lo que más lo había cautivado, ese delicioso, sensual y mortal cuerpo le pertenecía a su hermano y no a él, y eso le molestaba por algún motivo, entonces imagino al omega gimiendo el nombre de alguien que claramente no era él.

~ oh~Jungkoook.....~ siiii, asi...mas porfavor-

Imaginar esas dos siluetas entre las sábanas cubriéndose en caricias, fue lo que lo hizo gritar en total frustración de tan solo imaginarlos juntos.

—Aaaaaaaaahhhh, maldita sea—

Tenia que hacer algo, primero que nada acercarse a Jimin y ver que en realidad era la persona que había estado buscando tanto tiempo, y si en verdad era, aunque fuera el prometido de su hermano haría lo posible por tenerlo a su lado aunque sea solo por una noche.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora