Parte 21

23 2 2
                                    


POV YOONGI

El día de hoy había sido un día muy largo, no podía sacarme de la cabeza el fugaz momento que tuve con el rubio está en la mañana pensando qué tal vez lo había asustado con mis palabras,pero la verdad es que yo haría lo que fuera por probar aunque fuera por un pequeño instante esos jugosos labios, por sentir esa exquisita cintura moldearse entre mis manos por sentir rebotar ese increíble y abultado trasero encima mío, pero la mañana se empezó a volver caótica en verdad tenía que atender la llamada de Hoseok, Taemin había vuelto a Corea y ya había perdido demasiado tiempo y recursos buscándolo para vengarme de él así que ya era hora de terminar con esto, él se encontraba aquí de nuevo y no pensaba perder la oportunidad.

Esta noche llegué a la casa la cual note estaba completamente oscura, no había nadie, sabía que mis padres tenían un evento así que no estarían, pero y ¿Jimin?....y ¿Jungkook?...... por un segundo sentí un ligero dolor en el pecho estaban juntos, fue lo primero que pensé, no podía admitir que eso me molestaba pero en realidad lo hacía y mucho, lo que necesitaba era un trago urgentemente, comencé a subir las escaleras mientras me quitaba la corbata con una mano, no se si era el cansancio pero sentía que me asfixiaba, llegue a mi habitación y antes de entrar me detuve un segundo, mi cuarto estaba justo a lado del de Jimin mientras que el de mi hermano se encontraba enfrente, no se escuchaba ni un sólo ruido en ninguna de las habitaciones, .....están juntos......hablo mi lobo,......está con nuestro Omega..... decía el, decidí ignorarlo no dejaré que me afecte pero entonces volvió esa maldita sensación, maldita sea pensé, entre en mi cuarto ignorando todo, una vez dentro me quite la camisa y la deje sobre la cama, al igual que la corbata ya no la soportaba, me acerque a una pequeña mesita donde tenía una botella de bourbon, tome un vaso y me serví un poco, sentía la garganta seca, me lo tome de un solo trago, el ardor del borboun pasando a través de mi garganta era placentero, me serví otro, lo tome y me dirigí a una silla que se encontraba cerca de la ventana, me senté y comencé a saborear el amargo alcohol mientras observaba con la mirada perdida a la oscura noche, pensativo, y es que más que el regreso del estupido de Taemin me agobiaba más el no saber que hacer para hacerle entender al Omega que lo quería a mi lado, que lo que provocaba en mi lobo era algo inexplicable, lo obsesionado que estuve por su aroma durante todos esos años, estaba seguro que aúnque solo habían sido por un par de veces los besos y las caricias que yo le daba no le provocan la misma reacción que las de mi hermano, lo presentía, pero entonces escuché que alguien había llegado sacándome de mis pensamientos, la verdad es que no quería salir estaba cansado, pero entonces note algo, note el aroma de Jimin, pero.... esta vez era un poco diferente, era amargo, eso no me gustaba, deje el vaso sobre la mesa, tome mi camisa de nuevo y me la puse rápidamente abrochando solo algunos botones, salí de la habitación y camine hacia la puerta de al lado, lo escuché, estaba ¿llorando?, sentía una rabia incontrolable quien se atrevía a lastimar a este dulce omega.

— Jimin — hable mientras tocaba la puerta, pero no hubo respuesta, comencé a escuchar mucho ruido, como si se moviera rápidamente por la habitación.

—Jimin ¿eres tú? — pregunté de nuevo y al ver que seguía sin responder decidí entrar, la habitación estaba oscura, solo pude ver la silueta del otro en medio de la habitación.

—¿Que estás haciendo? — pregunté confundido, el rubio volteo sorprendido ya que no había notado mi presencia, me vio por unos segundo y continuó con lo que hacía.

— Me voy de esta casa— dijo cortante, su voz se escuchaba diferente.

—¿Que?, ¿Por que?, ¿Pasó algo? ¿Fue por lo de esta mañana? Si es por eso Jimin no quiero que ....— empece a decir pero me detuve cuando dejo de guardar sus cosas y volteo hacia mi, su cara estaba completamente hinchada, sus bellos ojos color miel tenían una rojiza coloración a su alrededor, se notaba que había estado llorando bastante.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora