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Han pasado dos años desde que la relación secreta de Mario y Peach había comenzado, todo marchaba ir bien, al parecer nadie se había dado cuenta que un fontanero y una princesa salían románticamente, todo indicaba que eran amigos cercanos que disfrutaban pasar tiempo juntos, pero muy juntos, existían sospechas entre el reino, de todas maneras no podían comprobar dichos ''rumores'' sin evidencias claras, así que lo dejaron pasar.

-Mario- dijo Luigi con una voz que denotaba preocupación- Presiento que algo malo va a pasar.

Estaban arreglándose para recibir otro día común y corriente como a ellos les solía decir, un día nuevo de aventuras, Luigi se lavaba los dientes mientras Mario le sacaba brillo a sus zapatos.

-¿Porque lo dices hermanito? no creo que vaya a pasar nada. Solo siento muchas ganas de saltar y practicar mis habilidades.

-Lo sé Mario, pero... hay algo dentro de mi mente que me está advirtiendo de algo, pero no sé de qué.

Luigi giró su cabeza para ver su ventana de manera sorpresiva que llamó la atención de Mario.

-¿Qué pasó Luigi? de repente te giraste muy rápido hacia esa dirección.

-Emm, no es nada, creí estar viendo cosas- se rascó la cabeza de manera confundida.

- Creo que estás nervioso porque vas a proponerle a Daysi ser tu esposa, y eso hace que te imagines cosas.

-Qu-que?! Nooo- Alzó la mirada con un notable sonrojo mientras trataba de tener una postura firme- ¿Yo-o nervioso, que cosas dices Mario? si lo estoy tomando super queee... - luego se sentó en el borde de la ducha con una expresión de derrota- Si estoy nervioso- admitió- No sé como va a tomárselo ¿y si dice que no?- tembló mientas ponía los dedos cerca de sus dientes, como una persona ansiosa

Mario rió poniendo ambas manos sobre su barriga, casi sin respirar por la risa que le daba

-Mama mía mi hermano tomado una decisión muy importante en su vida, ya estás creciendo- dijo mientras le salía una lagrimita- Eso hace que Mario se sienta muy pero que muy orgulloso- refiriéndose a el mismo.

Fue a sentarse a lado de su hermano, puso la mano encima de su hombro y le dijo

-Eso lo sabrás si lo preguntas a ella, no hay manera de que adivines el futuro y cómo se lo tomará, debes tomar un paso de valentía y yo te apoyo en eso Luigi, sé que lo harás muy bien, recuérdalo siempre querido hermano ¡Eres el número uno!.

-Muchas gracias por tus palabras de animo Mario- dijo agradecido mientras le daba un abrazo, luego se levanta firmemente con una mirada decidida- ¡Iré a decirle todo lo que siempre he querido tener el valor para decirle, ¡y hoy es ese gran día!

-¡Así es!, ahora ve y sal a demostrar todo lo que sientes por ella.

Después de esa pequeña charla bastante motivadora, ambos hermanos se fueron para hacer sus tareas pendientes, Luigi al parque donde Daisy y el compartieron su primer día de picnic, Mario a visitar de nuevo a su princesa encantadora.

Cuando iba caminando directamente hacia el reino, el estaba lleno de ilusiones, preguntándose que podría hacer para sorprender a Peach, tal vez unos bombones más un ramo de flores, algo bastante predecible, pero que siempre la animaba, o uno de esos paseos en globo aerostático para ver las altas y dominantes montañas del mundo, eso la hacía maravillarse.

Llegó al castillo, esperando ver un paisaje lleno de luz, esperanza y dulzura, dando algunos saltos pequeños al caminar, cuando llegó de pronto sus pasos alegres y entusiastas dejaron de ser, al contemplar uno de los escenarios más desastrosos que vio en su vida, el palacio estaba totalmente terrible, y los habitantes estaban tan aterrados. ¿Qué está pasando aqui?

Perdóname (Mario x Peach) fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora