Perdóname (Mario x Peach) fanfic

El Baile

La fiesta comenzaba a las siete en punto de la noche, pero los invitados podían entrar minutos antes si querían, el aspecto del reino champiñón era increíble, estaba lleno de luces de colores, decoraciones maravillosas y comida de ensueño

Las princesas fueron invitadas, sus vestimentas eran encantadoras, adecuadas para la ocasión y no olvidemos a los caballeros, muy elegantes con sus finos trajes

-¿Me permite mi dama?- Luigi mostraba su brazo formando un gancho como invitación a ser el acompañante de Daisy

-Oh Luigi, mi dulce caballero- expresó Daisy mostrando destellos en sus ojos-¡Muak!- le dio un gran beso en la mejilla y engancho su brazo junto al de su amado recostando su cabeza en su hombro.

-Me desmayo de amor- expresó Luigi con corazones en sus ojos.

Casi todos los invitados llevaban a sus acompañantes a la gran fiesta a excepción de unas dos personas.

-Oh, veo que también estás solo.

- Princesa Rosalina- Mario se sacó el sombrero que llevaba puesto haciendo una reverencia.

La guardiana del cosmos también hizo una pequeña reverencia dirigida a Mario.

-Gracias Mario por la formalidad, pero no era necesario jeje, somos amigos

-Una princesa merece que la traten como una.

Rosalina se acomodó el fleco evitando que se vea notorio su leve rubor.

-Gracias Mario

Enseguida los pequeños lumas de colores salieron a montones y abrazaron a Mario hasta alzarlo.

-¡Wow!

-Mis pequeñitos te tienen mucho afecto- dijo sonriendo

-¡Jajajaja me hacen cosquillas!

Rosalina miró tan conmovedora escena y rio levemente, los lumas bajaron delicadamente a Mario al suelo tratando de no lastimarlo.

-Esta es la primera fiesta real que asisto, no sabía que debía traer a un acompañante- dijo Rosalina mostrándose un poco inquieta

-No es necesario- dijo Mario- Es opcional, aún sin acompañante  la diversión es para todos

-Me alegro- comentó en voz suave- pero aún así quisiera que alguien me acompañe, mis lumas no pueden estar conmigo más tiempo porque necesitan estar temprano en el cálido hogar.

-Adiós mamá- dijo un luma dándole un pequeño besito en su sien.

-¡Adiooos mamita!- Dijeron todos al unísono, mientras iban volando hacia su hogar en el espacio exterior.

-Adios mis pequeños-Rosalina se despidió moviendo su mano acompañada de una sonrisa radiante que decoraba su rostro.

Mario al ver que Rosalina ya estaba sola se le ocurrió algo.

-¿Le gustaría ser mi acompañante?- le mostró su brazo formado un gancho.

-Me encantaría. 

Mario al ser de estatura pequeña y ella de una altura más alta que la princesa Peach, se agachó casi hasta la mitad para sostener el brazo de el, ante este acto ambos rieron.

Entraron a la sala del castillo, todos estaban disfrutando de la música orquestal que provenía de los Toads músicos, los pasteles eran inmensos que muchos podían sacar rebanadas extras si deseaban por su apetito.

-Woow- Rosalina se sorprendió- Las fiestas reales son tan bonitas, es exactamente como lo leí en los cuentos.

-Me alegra que te guste- Mario expresó su contento al ver la felicidad de su amiga