¿Te quedaras?

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Cuando poco a poco se valla infectado tu fantasía sobre mi con gotas de realismo. Cuando me abandone la voz en el día y me acompañen las lágrimas en la noche. Cuando mis labios dejen de ser dulces y mis palabras frías te hielen. Aún viendo mis repentinos cambios de humor, te quedarás? Cuando mis fantasmas me aprisonen y me hagan dudar que merezco ser feliz, podrías repetirme que me amas de nuevo? Aunque ese día hayamos peleado? Cuando en lugar de dormir abrazados mirando nuestros ojos te de la espalda, te alejaras? Me dejarás sola en esta enorme cama? Por favor no lo hagas, te ruego que no te vallas; esos fatídicos días donde mis inseguridades te hieran no me dejes. No te pido que me abraces porque mis espinas podrían lastimarte pero al menos mantente ahí, conmigo, en nuestra cama. Dame la espalda pero no te vallas. Solo sentir el roce de tu espalda con la mía es suficiente para rescatar mi alma en pena. Para no dejar que la oscuridad me trague por completo. A la mañana siguiente, cuando mis temores hayan perdido el control sobre mi, cuando vuelva a ser yo: entonces te abrazare tan fuerte y te querré tanto que aquella tormentosa noche no será más que una triste pesadilla. Créeme hoy cuando digo que te amo.

Fantasías Delirantes de un corazón roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora