No hay nada más atrayente que lo efímero. Te gustan las estrellas, pero si ves una fugaz te emocionas de más y hasta pides un deseo. Te quejas del calor pero atesoras ese cálido rayito de sol que se asoma por tu ventana en un frío día de invierno. No te gusta el frío pero anhelas una refrescante brisa en un día caluroso. Disfrutas el doble de esos momentos que sabes que no se repetiran jamás. Te aferras de más a aquellos que sabes que serán pasajeros en tu vida, y te encaprichas por aquel chico que pasa sus vacaciones con tus vecinos, aún sabiendo que luego se irá y nunca lo volverás a ver. Amigos pasajeros, sentimientos pasajeros, amores pasajeros... todos hemos tenido esas emociones y cuanto más corto sea el tiempo compartido, más especial se vuelve. Porque la emoción de los recuerdos de edición limitada vale x mil de simple rutina diaria.
ESTÁS LEYENDO
Fantasías Delirantes de un corazón roto
ŞiirYo, que siempre fui corta de palabras, agradecí el arte de la caligrafía, fue mi salvación en muchos momentos, sobretodo cuando las palabras, incapaces de salir de mi boca, se acumulaban en mi cabeza provocando pensamientos dañinos de más-. Y desde...
