Sin lugar a dudas pocas cosas son tan poderosas en este mundo como la música. La mística espada de doble filo de nuestros días. Con poder de traer colores y sabores a tu vida. Con el poder de curar, de alegrar el corazón, de trasladarte a otra dimensión, de aislarte, de sanar heridas... Y de abrirlas luego, con crueldad, metiendo sus dedos es tus cicatrices y dejandolas sangrar, como el 1er día... Porque creeme que pocas cosas duelen tanto como escuchar esas canciones que llamamos "nuestras" sin ti.
ESTÁS LEYENDO
Fantasías Delirantes de un corazón roto
PoesíaYo, que siempre fui corta de palabras, agradecí el arte de la caligrafía, fue mi salvación en muchos momentos, sobretodo cuando las palabras, incapaces de salir de mi boca, se acumulaban en mi cabeza provocando pensamientos dañinos de más-. Y desde...