Nunca te dije mi vida pero era tuya. Nunca te llamé corazón pero cada latido llevaba tu nombre. Nunca te dije mi amor, pero ese sentimiento solo lo provocabas tú. Tu no me decías princesa, pero me hacías creer cada día que era la protagonista de un cuento de hadas. No eramos de frases cursis, pero si de amor verdadero. Y estar con alguien así, tan real, se siente como un sueño. Puede que no declararamos nuestros amor a cada minuto, pero lo demostrábamos en cada segundo. Y créanme, que con la persona correcta, una mirada es suficiente para sentirlo todo.
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Fantasías Delirantes de un corazón roto
PoesiaYo, que siempre fui corta de palabras, agradecí el arte de la caligrafía, fue mi salvación en muchos momentos, sobretodo cuando las palabras, incapaces de salir de mi boca, se acumulaban en mi cabeza provocando pensamientos dañinos de más-. Y desde...