Tantos años huyendole a los vicios para que vengas tú a hacerme caer con tu sonrisa... Que irónico, lo que estuve evitando toda una vida, mi peor pesadilla, se cumplió con un simple intercambio de saludos: dependencia emocional. Y ahora no puedo vivir sin probarte o inalarte. Eres y siempre serás la única adicción que controle mi vida.
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Fantasías Delirantes de un corazón roto
PuisiYo, que siempre fui corta de palabras, agradecí el arte de la caligrafía, fue mi salvación en muchos momentos, sobretodo cuando las palabras, incapaces de salir de mi boca, se acumulaban en mi cabeza provocando pensamientos dañinos de más-. Y desde...