Valeria se despertó de ese sueño pero en realidad no todo fue un sueño. Su hermana Julia, le dice que ha estado en coma durante casi un año pero que cuando le cuenta su sueño, le dice que todo eso a pasado. ¿Logrará ser feliz después de casi un año...
¡Hola! No sé cuantos capítulos será este maratón pero lo que sé es que va a ser como 3 horas de capítulos seguidos así que si no tenéis clases o estáis enfermos como yo y os aburrís, aprovechar.
[Julia]
Hoy iré al hospital de Iván el cual me voy a encargar yo. Aparco el coche y entro en el hospital. El hospital es enorme y perfectamente me puedo perder. Llego a recepción y una mujer de mediana edad se me acerca.
-Julia Medina, ¿verdad?
Asentí y la mujer me guió por todo el hospital y cuando me terminó de guiar me dejó en un despacho vacío.
-El señor Noiret me dijo que este sería su despacho y puede decorarlo como quiera.
Asentí y la mujer cerró la puerta detrás suya cuando salió de la habitación. Resoplé y miré toda la habitación.
-El despacho va a ser enorme...-Susurré.
Me encogí de hombros para mí misma y puse algunas cosas. En el despacho ya había algunas cosas, como sofás y estanterías pero le quería poner algo más.
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Le he puesto algunas lámparas y algunas planas de decoración. Me acerco al escritorio y pongo mi mac encima de la mesa. Me siento y me pongo a mirar algunos correos. Me sorprende uno de mi ginecólogo.
-Julia, necesito que vuelvas a mi consulta para una revisión-Decía el correo.
-Ok-Contesté.
No sabía lo que quería mi ginecólogo pero iba a ir mañana por la mañana como decía el resto del correo. Terminé de leer y contestar correos y Valeria entró en mi despacho.
-Wow, si que es grande tu despacho, que envidia.
Sonreí y Valeria se sentó en frente mía. Cerré el mac y la miré.
-¿Qué pasa?
Me preguntó.
-El ginecólogo me ha dicho que tengo que volver a la consulta para una revisión.
Valeria asintió.
-Lo sé, a mi también me ha mandado un correo.
Suspiré y me acomodé en mi asiento.
-Tengo hambre-Digo.
-Ya, son las dos de la tarde.
-Pues entonces vámonos.
Valeria sonrió y nos levantamos. Salimos del despacho y cuando nos acercamos a recepción hablé con la recepcionista.
-¿Le podrías decir al señor Noiret que termine de hacer unos encargos?
-Por supuesto, ¿al nombre de quién?
-De...
-De Las Hermanas Medina-Dijo Valeria.
La recepcionista asintió y nos fuimos del hospital. Fuimos a un restaurante y mientras comimos, hablamos sobre lo que quería mi ginecólogo.
-Es que no lo entiendo Valeria, la revisión son cada cuatro meses...
-Pues se le habrá adelantado.
-Bueno, en todo caso, iremos mañana a ver que quiere.
-Vale.
Pagamos la comida y fuimos a casa. En casa nos recibió Iván, viendo como iba la construcción del nuevo hospital.
-Hola-Saludamos.
-Hola.
Iván apagó la tele y se acercó a nosotras. Nos dio un beso en la mejilla a las dos y volvió a su ordenador.
-¿Qué tal en el hospital?
Me preguntó Iván.
-Bien, le he dicho a la recepcionista que te mandara los encargos que no he podido hacer.
-Lo he visto.
Asentí y dejé mis cosas en la entrada. Valeria subió a su cuarto y me senté en el sofá al lado de Iván. Lo vi terminar uno de mis encargos y cuando terminó, cerró el ordenador y me abrazó.
-Mañana no voy a poder trabajar por la mañana-Dije.
-¿Y eso?
-Tengo cita con mi ginecólogo.
-¿Estás embarazada?
-No...bueno...no lo sé...
Iván sonrió y me dio un beso en el pelo.
-De acuerdo, no trabajes por la mañana, trabaja por la tarde, yo se lo diré a las recepcionistas.
Asentí y me levanté.
-Me voy a duchar.
-Vale.
Subí las escaleras y me duché. Cuando terminé, me puse este pijama:
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Cuando bajé las escaleras, escuché a Valeria y a Iván discutir como en los viejos tiempos.
-No te lo voy a decir, Iván.
-De verdad, esa coartada que tenéis entre vosotras me va gustando menos con los años.
-Son nuestros secretos y no tenemos porqué contarselos.
-Vamos...
-¡Qué no!
Me acerqué.
-¿Qué os pasa?
-Que quiere que le diga si estás embarazada o no.
Sonreí.
-No lo voy a decir.
Salí de la cocina y me siguieron.
-Vamos...voy a ser tu marido dentro de poco, me lo tendrás que decir.
-Ya...pero no ahora.
Iván resopló y se sentó en el sofá con mi ordenador. Terminé algunos informes y cuando estuvo la cena, cené y me fui a dormir, abrazada a Iván.
