26. Cariñitos para curar las enfermedades

49 2 5
                                    

Me despierta con el sonido de una llamada. Miro mi móvil y sonrió como una idiota al ver el nombre: llamada entrante de: "Mi rey". Le cojo la llamada y me pego el móvil en la oreja.

-Buenos días-Digo

-Buenos días, mi amor.

Sonrío y charlamos un buen rato. Me cuenta que ha encontrado piso (porque se quiere independizar) y que lo quiere ver hoy pero el propietario del piso no puede y cree que no lo podrá ver. Después de estar más o menos como media hora hablando más; le cuelgo y me levanto. Me meto en la ducha y dejo que el agua templada me despierte y me traspase el alma. Mientras, pienso en lo guay que es mi vida ahora, pero después recuerdo, que el destino es una mierda y mi felicidad va a durar poco, pero lo que dure lo tengo que disfrutar. Cuando salgo de la ducha, Julia aparece por la puerta y me mira de arriba a abajo para terminar en mis ojos.

-Vístete y baja a desayunar que he hecho galletas con María.

Y con eso, cierra la puerta cuando sale. "¿Galletas?" me quedo pensando.

-No puede ser-Me digo-Julia solo hace galletas cuando está verdaderamente feliz, ¿qué habrá hecho o dicho que la ponga verdaderamente feliz?

Hasta que caigo en cuenta de que tal vez le haya dicho a María y a Iván que está embarazada pero eso no es posible pues ya se lo contó a los dos. Bueno, dejo de pensar en eso y me visto, algo cómodo pero formal por si después me voy con Mateo.

Me peino y bajo las escaleras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me peino y bajo las escaleras.

Saludo a Iván que está desayunando en la mesa con Julia y entro en la cocina; mientras preparo mi café, me como una galleta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Saludo a Iván que está desayunando en la mesa con Julia y entro en la cocina; mientras preparo mi café, me como una galleta.

-¿Qué crees que será, Valeria?-Me pregunta mi hermana.

-¿El qué?

-El sexo del bebé-Dice obvia.

-Ahh, pues...-me paro a pensar unos minutos.

La verdad no he pensado mucho en eso, sea lo que sea, va a ser mi sobrino o sobrina favorita por parte de su única tía. Pero, si tuviera que elegir entre niño o niña creo que me gustaría que fuera niña, no sé porqué, pero supongo que es lo que me gustaría si fuera yo la que tuviera un hijo y no mi hermana.

-...supongo que me gustaría que fuera niña.-Respondo al cabo de un rato.

Julia sonrió en forma de agradecimiento y me volví a girar para continuar con mi café.

·

·

·

Ha pasado un rato, Julia e Iván se han ido y María está dormida a mi lado. Nos hemos quedado en el salón comedor porque no nos apetecía subir las escaleras. Tocan el timbre y me asusto. No espero a nadie, ¿quién coño es? Me levanto como una floja de primera que soy y miro por la mirilla. Lo veo y abro la puerta. Sonríe al verme y me rodea con sus brazos. Apoyo mi cabeza en su pecho y deja un beso en mi cabeza.

-¿Qué tal estás?-Me pregunta

-Mal, me duele la barriga.

Mateo sonríe y lo dejo pasar. Entra en el salón y yo cierro la puerta de la entrada. Entro también en el salón y lo veo parado en el umbral de la puerta.

-Será mejor que la dejemos dormir-Dice.

Asiento y subimos las escaleras. Cuando llegamos a mi cuarto, nos tumbamos en la cama, mientras nos miramos y nuestras manos se entrelazan por sí solas.

-Date la vuelta-Dice.

Me giro ante su petición y me acerca más a sí. Con su dedo, recorre mi oreja para terminar en mi clavícula. Mi cuerpo reacciona a su roce con un escalofrío de satisfacción.

Para terminar, me dio un beso en mi nuca y rodeó mi cintura con su brazo.

Poco después, nos dormimos los dos en la misma cama.

LHM 2: No todo parece ser un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora