Me condujo por el pasillo hasta el lujoso baño del avión. Bloqueó la puerta, y me apretó contra su pecho al tiempo que cogía algo del bolsillo.
—¿Qué es eso? —pregunté cuando puso ante mis ojos una fotografía en la que aparecía yo con Richard y Sofia. —¿De dónde has sacado eso?
—Uno de los guardias de seguridad la ha encontrado delante de la tienda esta mañana. Estaba dentro de una caja con las iniciales de Richard, junto con una carta.
—¿Los guardias de seguridad comprueban mi correo?
—A partir de hoy, sí. ¿Dónde está hecha esta foto?
—¿Podemos discutir antes el tema de la manipulación postal?
—María José...
—La hicieron en la primera reunión de antiguos alumnos del instituto.
—¿No me habías dicho que nunca fuiste a ninguna?
—Fui a la primera, la única que se celebró en Pittsburgh. —Pasé los dedos por el vestido negro suelto que lucía en la imagen, y también por la pulsera de oro igual a la que llevaba Sofia. Me estremecí al leer las palabras de Richard... «¿Te acuerdas?».
—¿No significa nada para ti? —Me levantó la barbilla.
—No. —Negué con la cabeza—. En realidad es muy irónico que me envíe esta imagen, porque yo lo recuerdo muy bien. Muy, muy bien... —Hice una pausa—. Al final hubo unos premios honoríficos para los que habían conseguido lo que decían en el anuario... Richard y yo habíamos sido designados a mejor pareja y los que más probabilidades teníamos de casarnos, y Sofia y yo habíamos sido elegidas como las mejores amigas.
—Lo siento.
—Eso forma parte del pasado. —Me encogí de hombros—. ¿Y la carta?
—¿De verdad piensas que iba a conservarla para que la leyeras?
—Claro que no... Ahora, hablemos sobre esa inclinación por abrir mi correo.
—¿Qué pasa con eso?
—Bueno, para empezar, es ilegal. Y dos, Richard no es una amenaza.
—Lo es cuando desea algo mío.
—No creo que sea el caso. Yo creo que solo quiere decirme algo, pero, sinceramente, no me importa lo que sea.
—Muy bien. —Me miró con los ojos entrecerrados—. No debería preocuparte
nada relacionado con él.—Es que no...
—Silencio... —Deslizó el pulgar por debajo del collar del ancla mientras me miraba—. Él ya no es nada para ti, y haré lo que sea necesario para mantenerlo alejado porque... —Me dio un beso ardiente— tú eres mía.
Me quedé en silencio.
—¿Algún problema al respecto?
—No...
—Si logra burlar la seguridad... —Me miró a los ojos al tiempo que deslizaba las manos alrededor de mi cintura—. Y si entra de nuevo en la tienda, o en algún otro lugar cuando yo no esté contigo, llámame lo antes posible.
Asentí con la cabeza y me dibujó el labio inferior con la lengua, antes de capturármelo entre los dientes durante unos segundos.
—Dime que si ocurre me llamarás.—Sí..., te llamaré.
—Yo no comparto nada... —Me trazó la forma de los labios con la yema de los dedos—, y nunca lo haré, nunca.
No estaba segura de qué decir o de cómo responder cuando me miraba así. Así que me fijé en sus ojos profundamente marrones y sentí que mi corazón latía a un ritmo nuevo.
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MI JEFA OTRA VEZ | PT2
FanfictionMaría José Garzón y Daniela Calle, después de pasar por todo lo que tuvieron que pasar, empiezan a preparar la boda de sus sueños. Pero es ahí donde Daniela tendrá que luchar con sus frustraciones cuando María José no hace lo que ha quedado que iba...