A L O N E - RenGiyuu

𝑾𝒓𝒂𝒑𝒆𝒅𝒅 𝑰𝒏 𝑷𝒂𝒊𝒏

" Todo deja de importarte cuando pierdes la razón por la que te importaba "

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En otro lugar

Se bajó del auto, preparándose mentalmente para mirar a su viejo amigo luego de 30 años sin verse. Durante unos 6 meses, se habían mandando cartas el uno al otro, pero no se habían atrevido a quedar en algún lugar para poder ver cómo los años habían dejado sus huellas en el rostro de ambos.

-Bien, Sakonji, ¿Cómo estarás luego de 30 años? -tocó la puerta, pero nadie le contestó. Hasta que escuchó un débil: «Adelante» y entonces abrió la puerta y se adentró a la casa, se percató de inmediato, que nada había cambiado, el olor a madera en la casa de sentía a la perfección, y pudo notar que en los estantes, había fotos de cuando se habían alistando juntos al ejército.

Caminó despacio por los pasillos, hasta que al llegar a la última habitación del fondo, lo vió, después de 30 largos años.

Pero sin embargo, no se veía nada bien. Ahí recostado como si estuviese apunto de morir.

Se acercó a él con delirante lentitud, y se sentó en la cama, mirando el piso.

-¿Quién... está ahí? -Urokodaki tenía mal posicionada su máscara Tengu, por lo que no podía ver nada-. ¿Giyu?

-Veo que este lugar sigue igual a como era antes, pero no se puede decir lo mismo de tí, Sakonji.

-¿Jigoro? -Urokodaki reaccionó de forma brusca y quiso levantarse de golpe, pero el ajeno se lo negó y lo recostó con cuidado sobre la cama.

-Me alegra que me reconocieras a la primera. 30 años se pasan volando, sin darte cuenta, ¿No es así?

-... -Urokodaki no se molestó al darse cuenta de que lloraba. Volvía a ver a su primer amigo y a su primer amor luego de tanto tiempo.

Ah, sí, él y Jigoro se enamoraron durante su estancia en la guerra, y se juraron estar juntos siempre si ambos lograban sobrevivir.

(Shipear viejos no es lo mío, pero se me ocurrió una historia entre ellos y me gustó muchísimo, lo siento 😩)

-Vamos hombre, no te pongas sentimental, ¿Dónde quedó el Sakonji duro y fuerte de rostro amable?

-Perdón... Ya no soy el mismo de antes.

-Sabes que no me interesa cómo seas ahora, yo... Ah, lo siento, a esta altura, debes estar casado, ¿No?

-Desde que regresé con vida de la guerra y me dí a la fuga de mi hogar, no fuí capaz de enamorarme otra vez.

-Ah, entiendo. La verdad, yo tampoco fui capaz de ver a alguna otra persona de la misma forma que yo te miraba a tí.

Todo esto, Jigoro lo decía al mismo tiempo que entrelazaba su mano con la del ajeno, pero sin mirarlo.

-Pero, tienes dos nietos, ¿No?

-Ah, no son mis nietos en sí, los adopté cuando eran muy pequeños en un orfanato.

-Ya veo...