A L O N E - RenGiyuu

𝑾𝒓𝒂𝒑𝒆𝒅𝒅 𝑰𝒏 𝑻𝒆𝒂𝒓𝒔

" Te sientes bien estando en compañía, pero cuando te quedas solo, empiezas a recordar lo miserable que eres "

[...]

-Recuerdo haberles dicho que se comportaran mientras yo no estaba -Dijo Kocho hacia sus estudiantes con las manos en su cintura. Segundos después, se escuchó un chirrido en la puerta, la mayor fijó su atención en ella y a través del cristal pudo ver a Tomioka-. Tomioka-san, puedes pasar.

El jóven entró al salón, llevaba puesto el uniforme deportivo azúl, y Su cabello aún se veía algo húmedo. Caminó directo a su pupitre, pero Shinobu le detuvo y le preguntó:

-Tomioka-san, ¿Puedes decirme quienes son los que te molestaron?

Giyu guardó silencio sin mirarla. después, Negó con la cabeza y Shinobu lo soltó.

-Bien. como castigo por la bromita, tendrán examen sorpresa -Dijo Shinobu y todos empezaron a quejarse en voz baja.
También, miraron feo a Giyu. Quien se sentó en su pupitre sin mirar a ninguna otra cosa más que a su mesa; seguía sintiendo dolor en su mano derecha.

-Empezaremos con matemáticas -Dijo Shinobu empezando a escribir en la pizarra. Hasta que alguien entró al aula.

-¿Señorita kocho? -Dijo Gyomei abriendo un poco la puerta.

-Himejima-san, ¿Pasa algo?

-El conserje dijo que el espejo del baño de hombres está roto, y dice que duda mucho que lo haya hecho solo -Dijo Gyomei. Shinobu miró a sus alumnos.

-¿Alguien sabe algo? -preguntó Shinobu. Giyu se tensó levemente, y Una chica se levantó de su pupitre.

-Tomioka-san fué el último en ir al baño -Kanao no era alguien entrometida, pero al no saber si comentar lo que anteriormente dijo, discretamente lanzó una moneda; si salía cara, iba a hablar, y si salía cruz, pues se quedaba callada. El resultado fue cara.
Tomioka apretó el puño. Sentía miedo a que le tuvieran que hacer pagar el espejo. Shinobu miró al inculpado y éste se quedó en silencio. No tenía excusas, nunca fué alguien de ponerlas cuando se metía en problemas que sabía y había hecho él mismo.

-No fue Tomioka, Profesora Kocho - Rengoku se puso de pie-. Fui yo. Antes de venir entré al baño, ví una cucaracha en el espejo y me asusté tanto que lo golpeé. Lo lamento mucho, pagaré por él lo antes posible.

Giyu, quien solo miraba su mesa sin decir nada, alzó finalmente su vista hacia Kyojuro, ocultando su asombro. ¿Por qué él, un completo desconocido, estaba encubriéndolo?

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Giyu acostumbraba a almorzar solo. Pero no en el comedor junto a los demás. Prefería hacerlo en el patio, ahí era más tranquilo y silencioso. el sonido del agua de la fuente, le encantaba, y mucho.
Realmente amaba ese lugar. y tal vez eso era lo único que amaba de ese colegio. Todo estaba muy silencioso hasta que alguien tapó sus ojos, haciendo que pegara un respingo.
Apretó los dientes un momento, si el que le tapó era Shinazugawa o Iguro, estaba frito; pues lo más seguro es que lo tirarían al agua.
Cosa, que no ocurrió.
Pasaron segundos, o minutos tal vez, y nada. No pasó nada. no le hicieron nada.
Hasta que reconoció las manos. manos fuertes y firmes, algo callosas pero suaves y se sentían muy agradables al tacto.

-Debes adivinar quien soy -Le dijo al oído. Reconoció la voz casi al segundo en que la escuchó. Pero no sabía su nombre. Hecho que al parecer el de cabellera rubia había olvidado-. Oh, cierto. Nunca te dije mi nombre; que tonto de mi parte.

El rubio quitó sus manos de los ojos del pelinegro, el cual giró un poco la cabeza para poder verlo. Estaba justo a su lado. Los ojos del ajeno, dorados y penetrantes, llenos de vida, se clavaron en los suyos.